Octubre-Diciembre 2015 64
ISSN 1317-987X
 
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Nutrición
Conocimientos de los niños obesos y sus padres acerca del valor nutricional de los alimentos

Resultados

Se evaluaron 27 niños obesos distribuidos en 17 (62,96 %) del género masculino y 10 (37,03 %) femeninos, el grupo de edad predominante fue el de 9-11 años con 19 niños (70,35 %) cuya escolaridad en su mayoría correspondió entre 5º-6º grado; y 29 representantes de niños obesos en su mayoría madres (86,2 %), con edades predominantes entre 31-40 años (55,2 %) y nivel de escolaridad predominante de secundaria (bachillerato) 72,4 %.

El conocimiento de los niños acerca del contenido en proteína de los alimentos antes de la charla resultó ser regular (< 75 %) mientras el conocimiento del contenido graso resultó ser adecuado (Tabla 1).

El porcentaje de respuestas correctas respecto al contenido de grasa de algunos alimentos, antes de la realización de la charla, fue significativamente mayor que el porcentaje de respuestas incorrectas. Dichas diferencias significativas no se detectaron al comparar las proporciones de respuestas correctas e incorrectas en cuanto al contenido proteico de algunos alimentos (Tabla 1).

Al comparar los porcentajes de respuestas correctas de los niños obesos respecto al contenido proteico y de grasa de los alimentos antes y después de la charla, se observó un incremento estadísticamente significativo después de la realización de la charla en el conocimiento del contenido proteico de los huevos, pasando de 58,3 % de respuestas correctas a 87,5 % de aciertos. El porcentaje de respuestas correctas respecto al conocimiento sobre el valor nutricional de la carne, leche, queso, yogurt, mantequilla y hamburguesa, experimentó un ascenso después de la charla, sin embargo, éste no fue estadísticamente significativo.

El conocimiento de los niños del contenido en carbohidratos o almidones de los alimentos resultó ser deficiente (< 50 %) para el plátano, cambur, arroz, granos, pasta y arepa y regular para el pan, cachapa, yuca y papa (Tabla 2).

Al evaluar el conocimiento de los niños del contenido en vitaminas y minerales de los alimentos resultó ser deficiente o regular para los vegetales y regular para las frutas, con diferencias estadísticamente significativas para algunos de ellos al comparar las proporciones de respuestas correctas e incorrectas (Tabla 2).

Al comparar los porcentajes de respuestas correctas de los niños obesos respecto al contenido de almidón, vitaminas y minerales de los alimentos antes y después de la charla se observó mejoría en el porcentaje de respuestas correctas con un incremento estadísticamente significativo en el conocimiento respecto al contenido de vitaminas y minerales de la lechuga, el tomate, el pepino, el repollo, la cebolla y el pimentón.

El conocimiento de los padres antes de la realización de la charla respecto al contenido proteico de los alimentos fue deficiente a excepción de los huevos que fue regular, con diferencias significativas al comparar las proporciones de respuestas correctas e incorrectas a excepción del yogurt. El porcentaje de respuestas correctas respecto al contenido de grasa de algunos alimentos, antes de la realización de la charla, fue significativamente mayor que el porcentaje de respuestas incorrectas (Tabla 3).

Al comparar el conocimiento de los padres de niños obesos antes de la charla y después de ésta, se observó un cambio favorable y estadísticamente significativo respecto al contenido proteico de la carne, la leche, el queso y el yogurt.

Al evaluar el conocimiento de los padres del contenido en carbohidratos o almidones de los alimentos resultó ser deficiente para el plátano y cambur, regular para arroz, granos y arepa, adecuado para el pan, cachapa, yuca y papa, con diferencias significativas al comparar las proporciones de respuestas correctas e incorrectas (Tabla 4).

El conocimiento de los padres del contenido en vitaminas y minerales de los alimentos fue regular para los vegetales y adecuado para las frutas, con diferencias significativas al comparar las proporciones de respuestas correctas e incorrectas. (Tabla 4).

Una vez realizada la charla se detectó un ascenso en el porcentaje de respuestas correctas respecto al conocimiento del contenido de almidón, vitaminas y minerales de los alimentos, siendo estadísticamente significativo respecto al contenido de almidón en el arroz y los granos, así como del contenido de vitaminas y minerales en el tomate.

El 90 % de los niños obesos tenían conocimiento acerca de la no conveniencia de usar salero o agregar azúcar a los alimentos, así como respecto a la necesidad de tomar agua, inclusive antes de que se realizara la charla. No se consiguieron cambios estadísticamente significativos al comparar los porcentajes de respuestas correctas antes y después de la charla (Figura 1).

Figura 1. Porcentaje de respuestas correctas de los niños obesos de acuerdo a hábitos alimentarios antes y después de la charla.

Se evidenció una mejoría estadísticamente significativa en el porcentaje de respuestas correctas de los niños obesos luego de la charla, respecto a su conocimiento de la relación entre la alimentación y enfermedades como la hipertensión arterial y los cálculos renales (Figura 2).

Figura 2. Porcentaje de respuestas correctas de los niños obesos de acuerdo a conocimientos de la relación alimentación - enfermedad antes y después de la charla.

Los padres de los niños obesos tenían un conocimiento adecuado en relación al hábito de tomar abundante agua, pero no acerca de la no conveniencia de usar salero o agregar azúcar a los alimentos. Luego de la charla se observó cambios significativos al comparar los porcentajes de respuestas correctas al agregado de azúcar. Con respecto al uso del salero hubo mejoría pero no significativa (Figura 3).

Figura 3. Porcentaje de respuestas correctas de los padres de niños obesos de acuerdo a hábitos alimentarios antes y después de la charla.

Respecto al conocimiento de los padres de los niños obesos de la relación entre la alimentación y enfermedades como la diabetes, obesidad, hipertensión arterial y los cálculos renales, resultó ser adecuado para los tres primeros pero no para los cálculos renales. No hubo cambios estadísticamente significativos en el porcentaje de respuestas correctas luego de la charla (Figura 4).

Figura 4. Porcentaje de respuestas correctas de los padres de niños obesos de acuerdo a conocimientos de la relación alimentación - enfermedad antes y después de la charla.





Continua: Discusión

Conocimientos de los niños obesos y sus padres acerca del valor nutricional de los alimentos
Introducción
Materiales y métodos
Resultados
Discusión
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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