Las consecuencias médicas de la sífilis aún representan
una significativa carga de morbilidad y mortalidad en todo el mundo, incluyendo
consecuencias sobre la salud perinatal (22). A nivel mundial, más de
dos millones de mujeres embarazadas son diagnosticadas con sífilis anualmente;
tan sólo en la región de las Américas, exceptuando Estados Unidos de América y
Canadá, se calcula que se producen unos 460 mil casos de sífilis gestacional y
un número anual de sífilis congénita que oscila entre 164 mil y 344 mil (23).
A pesar de ser una enfermedad que se puede prevenir fácilmente
con serología materna durante el embarazo y tratamiento con penicilina,
continúa siendo un problema de salud pública importante pero poco reportado en
todo el mundo; esto debido a sub-registros en la notificación de los casos que
impiden conocer la situación real de la enfermedad, que oriente a las
autoridades sanitarias para tomar las medidas necesarias en el control y
notificación de los casos (24-26).
La OMS ha propuesto una iniciativa para erradicar la
sífilis materna y la sífilis congénita, fijando como objetivo que la
prevalencia de sífilis en embarazadas debería de reducirse a menos del 1% (9,27).
Sin embargo, aún dista
mucho de lograrse, situación que pudo evidenciarse en esta investigación, al
encontrarse una alarmante prevalencia del 6,18% de casos confirmados con la
prueba treponémica; a diferencia
de lo reportado en investigaciones recientes efectuadas en China, donde la incidencia
media anual de la SG durante el periodo 2009 – 2013, fue de 0.255% (28).
Por su parte, en España también se ha reportado una menor prevalencia (0,11%), la mayoría de las
gestantes eran de procedencia extranjera y el tipo de sífilis más prevalente
fue la latente tardía (29).
Al igual que en este estudios en naciones
subdesarrolladas, como la República
Democrática del Congo, se determinó una seroprevalencia de 4,2 %, mayor a la
estipulada por la OMS 30 durante 2011. De igual manera, en otro país
del área de Latinoamérica y el Caribe, Leguizamón y col. (31) reportaron porcentajes
también mayores a lo estipulados por este organismo, de 4,1%
(86/2073) durante el año 2011 y 3,4% (40/1152) en 2012) entre gestantes
del Paraguay. Si bien la presentación de la SG ha sido mayor entre las
embarazadas de los países más desposeídos, en Perú la prevalencia de SG ha
presentado una tendencia decreciente durante la década 2000 – 2010, estimándose
su prevalencia de sífilis gestacional en 0,7% y de tamizaje de sífilis materna
en 80,7% 23; igualmente, en otro estudio peruano más reciente se
detectó una tasa de SG de 0,8%, similar a lo estandarizando por la OMS (25).
Cuando se compara la reactividad a las pruebas no
treponémicas utilizadas en el tamizaje de esta infección, Rivero y Figueredo (32)
encontraron que esta es mayor al inicio del embarazo, motivo por el cual fueron
excluidas del estudio aquellas gestantes que iniciaron su control prenatal
durante la segunda mitad de la gestación; sin embargo, similar al 47.9% reportado
por estos autores, en la investigación realizada se consiguió un alto
porcentaje de serologías reactivas que resultaron en falsos positivos (34,28%).
En cuanto a los factores de riesgos biológicos presentes
en los casos confirmados de SG, prevalecieron el antecedente de haber padecido
otra infección de transmisión sexual, el diagnóstico de sífilis en sus parejas o cónyuges y la
multiparidad. Al respecto, Gonzales y col. (23) señalan que la mayor paridad se encuentra
asociada a la positividad en la prueba de Sífilis; en tanto que Xiao y col. (28), reportaron
que el diagnóstico de sífilis en 82,14% de los cónyuges de las mujeres con SG y
Vanegas y col. (33)
señalan que en más de la mitad de los casos, los compañeros no reciben tratamiento
antisifilítico.
Respecto a los factores de riesgo sociales, prevalecieron
el desempleo, la deserción escolar y la procedencia rural; los cuales se
magnificaba entre las adolescentes. En este sentido, se ha señalado que la
ausencia de educación, el bajo número de control prenatal, el ser concubina o
soltera y el vivir en la selva, son factores fuertemente asociados a la reactividad
en las pruebas para el tamizaje de Sífilis (23); mientras que en
otro estudio (30), se determinó que la seropositividad a la Sífilis
era significativamente mayor entre las mujeres que acudían a las clínicas
rurales en comparación con las clínicas urbanas (5,0% vs. 3,0%; p < 0,001).
Al revisar las características de las gestantes que
resultaron reactivas al tamizaje de sífilis se encontró que la mayoría eran solteras o concubinas y
únicamente con estudios primarios; es conocida la relación existente entre el
nivel de educación de la población y el autocuidado en salud, así como su
íntima asociación con la profesión ejercida y el nivel socioeconómico (31).
Como puede apreciarse, muchos de los factores de
riesgo de carácter conductual o social presentaron una magnitud mayor entre las
adolescentes; sin embargo, la investigación efectuada no evidenció diferencias
en la incidencia de esta infección entre adolescentes y adultas. Al respecto, un
estudio efectuado en adolescentes embarazadas paraguayas determinó en la
mayoría de ellas desconocimiento sobre la sífilis y una actitud desfavorable hacia la pesquisa de esta
infección en más de la mitad de ellas; lo cual era indicativo de la necesidad
de educación a las adolescentes sobre la enfermedad, sus signos y síntomas, a
quién y cómo afecta, así como también información sobre el tratamiento oportuno
y su curación, pues se ha demostrado que en la medida que los conocimientos son
buenos, las actitudes son favorables y las prácticas son de prevención (9).
Similar a lo publicado en un estudio colombiano (33),
puede apreciarse que la
Sífilis afecta grupos vulnerables y se debe tratar
integralmente a la gestante y realizar el manejo clínico adecuado para curar la
enfermedad y evitar sus secuelas en los neonatos. Al respecto, otros autores (29)
señalan que la realización obligatoria
de una serología de sífilis en el primer trimestre de embarazo permite
diagnosticar muchos casos de sífilis latente tardía asimismo, tras la detección
precoz de las gestantes infectadas se debe asegurar la correcta realización del
tratamiento para prevenir la transmisión vertical.
El diagnóstico y tratamiento oportunos de la sífilis
materna es esencial para reducir la incidencia de la sífilis congénita, pues se
acepta que existe una elevada tasa de transmisión al producto, incluso cuando
las madres con infección sifilítica reciben tratamiento en las primeras etapas
del embarazo puede prevenir la infección congénita. Dos estrategias que deben
fortalecerse para reducir la incidencia de la infección treponémica tanto en la
madre como en sus productos son el tamizaje con VDRL o RPR antes, durante y
después del evento obstétrico, y mejorar las tasas de control prenatal (22).
El tamizaje antenatal de sífilis acompañado al de
otras enfermedades transmisibles como HIV y hepatitis B ha resultado en
dramática reducción de infección vertical al neonato en países desarrollados,
acompañado a un bajo porcentaje de rechazo a las pruebas; por tanto, es
importante, que aquellas mujeres en alto riesgo para sífilis gestacional acudan
a los centros médicos para la atención prenatal (23). No obstante, la fragmentación de los
servicios de salud, el costo de las pruebas, la distancia al laboratorio y la
falta de conocimiento acerca de la sífilis, constituyen obstáculos que puede limitar los niveles de detección
y obstaculizar la aplicación del cribado de la sífilis durante el embarazo;
barreras que podrían corregirse para mejorar la cobertura del cribado de la
sífilis prenatal (34).
Sin embargo, aún existe mucho trabajo por
hacer para disminuir la prevalencia de sífilis, en tanto su eliminación se
puede lograr a través de la implementación de una serie de medidas probadas
pero requiere de soporte técnico, fondos, y un compromiso entre las fuerzas
políticas, funcionarios de salud, y el público, para prevenir y tratar todos
los casos de sífilis congénita y ayudar a los países a lograr su meta de
desarrollo del milenio (27). Entre
las estrategias fundamentales para lograr su eliminación, está la optimización
de la cobertura y la calidad de la atención prenatal mejorando los
procedimientos críticos relacionados, considerando que el objetivo del plan es
prevenir la transmisión materna de la sífilis al producto de la gestación o
cuando menos tratarla in útero (35).
Por tanto la prevención y diagnóstico
oportuno de esta infección es primordial para evitar las severas secuelas de la
SC; siendo deber del médico responsable del control prenatal no sólo evaluar y
establecer el riesgo de una mujer en gestación de contraer esta infección, sino
también de asesorar, prevenir y tomar decisiones importantes para la
realización de pruebas complementarias y establecer la terapéutica indicada en
caso de confirmarse esta infección (36).
A pesar del alarmante número de casos
confirmados de SG, superior a lo recomendado por organismos internacionales, en
valores absolutos fueron pocos los casos detectados (n= 24). Por lo que una de
las limitantes de la presente investigación, que permitiera generalizar los
resultados encontrados al resto del universo de estudio y aplicar métodos
estadísticos que permitiesen conocer la significancia de los factores de riesgo
estudiado, es no haber abarcado un mayor número de gestantes en la prueba tamiz
que permitiera identificar un mayor número de casos. Asimismo, otra limitación
fueron los inconvenientes encontrados para la realización de la prueba
confirmatoria (Fta-ABS), dada la crisis económica que atraviesa el país que ha
condicionado la escasez de reactivos; aunado al hecho de que en la región
zuliana, la misma sólo se ofrece en un único centro de salud de carácter público.
Finalmente, se puede concluir que la
seroprevalencia de sífilis
en embarazadas a atendidas la Maternidad “Dr. Armando Castillo Plaza” de la
ciudad de Maracaibo, estado Zulia, es
alarmantemente alta, según las recomendaciones de organismos internacionales;
sin diferencias entre las embarazadas adolescentes o adultas. Por tanto, es recomendable sensibilizar a las usuarias que acuden a la
consulta prenatal de esta institución sobre la importancia de la realización de
las pruebas de tamizaje para SG y de las consecuencias de esta información para
la salud del binomio materno-fetal; así como la adquisición de estilos de vidas
y conductas que prevengan la adquisición de esta u otras infecciones de
transmisión sexual del embarazo.