El trabajo de parto constituye la manera más fisiológica, con menores
complicaciones y costos a los sistemas de salud a nivel mundial, en
contraposición a los procedimientos obstétricos quirúrgicos, en embarazos
controlados y sin riesgos. Sin embargo se observa un aumento en el número de
cesáreas “electivas” donde uno de los factores principales en la toma de
decisión es el miedo al dolor de parto.
El advenimiento
de la anestesia en manejo del dolor ha alcanzado numerosas ramas de la
medicina, incluyendo a la obstétrica, derivando en la búsqueda de técnicas
analgésicas menos invasivas, más eficientes y con altos rangos de seguridad
materno-fetal, donde el remifentanilo tomó la vanguardia, puesto que posee un inicio
de acción ultrarápido, metabolismo órgano independiente y vida media de
eliminación rápida, a pesar del paso a la barrera placentaria, lo cual le
confiere un perfil ideal para su uso endovenoso evidenciándose un excelente
descenso de los niveles de dolor, satisfacción materna y menos efectos
colaterales durante las dos primeras etapas del trabajo de parto.
El dolor
durante el parto altera el bienestar de la madre y el feto. Cuando éste no es controlado, produce una serie de
alteraciones en la homeostasia materna que repercuten en el bienestar del
binomio madre-feto; las más relevantes son: hiperventilación con hipocapnia
materna, elevación de las concentraciones plasmáticas de β-endorfinas y
catecolaminas e incrementos de los niveles de renina, mayor incidencia de
acidosis materna y fetal, distocias obstétricas y prolongación del trabajo de
parto. (1)
Se ha determinado que las estimulaciones nociceptivas segmentaria y supra segmentaria
provocan hipertonía muscular, hiperventilación y la estimulación del sistema
simpático, cuyos efectos deletéreos para la madre y el feto comprenden un
aumento de la frecuencia cardíaca, de la presión arterial, del gasto cardíaco y
del consumo de oxígeno. (2)
El uso de
remifentanilo endovenoso como analgesia intraparto tiene sus inicios hace una
década, donde las primeras investigaciones realizadas cotejaron el mejor método
de administración, ya sea por infusión continua, sistemas autocontrolado por
paciente, siguiendo con efectos deletéreos materno fetales, niveles de
seguridad, demostrando en todos estos muy eficientes e interesantes resultados. (3)
López-Millán y cols., en el
2007, estimaron el efecto del
remifentanilo como analgésico durante el parto mediante un sistema de analgesia controlada por el paciente, a una dosis de 0,05 microgramos por kilogramos de peso, y evaluaron el dolor mediante la escala visual análoga
(EVA), como resultado se obtuvo una importante
disminución del dolor, sin efectos materno-fetales. (4)
Volmanen,Sarvela
y cols., en el 2008,
compararon la técnica peridural con levobupivacaina versus remifentanilo
endovenoso a las dosis de 0,15 microgramos por
kilogramos de peso intraparto, demostrándose igual calidad analgésica por parte
del remifentanilo con una técnica menos invasiva. (5)
Freeman,Bloemenkamp y cols., en el año 2012,
realizaron
el estudio titulado Analgesia Endovenosa controlada por paciente con
remifentanilo a dosis de 0,15 microgramos por kilogramo de peso versus
Analgesia Peridural. En esta investigación el
uso del remifentanilo endovenoso fue tan eficaz en la mejora de las
puntuaciones en la apreciación del dolor
como la analgesia epidural. (6)
En el sistema público de salud, los centro hospitalarios presentan alta tasa
de atención de partos, donde la insuficiencia de turnos quirúrgicos y condiciones
de dotación, determinan la necesidad de establecer métodos de analgesia
obstétrica, cuya finalidad sea reducir el dolor de las contracciones uterinas y
evitar efectos indeseados sobre la madre y el feto, garantizándoles confort y
haciendo del parto una experiencia grata.
De lo antes
descrito, surgió la idea de realizar una comparación objetiva entre la calidad
analgésica y simplicidad técnica de las dos modalidades de analgesia
intraparto, como son el
uso del remifentanilo endovenoso versus la anestesia peridural con bupivacaina, fentanilo y solución NaCl
al 0.9%, en pacientes atendidas en la Maternidad Dr. “José María Vargas” en el
periodo comprendido entre abril - agosto
de 2014.
Por
consiguiente, se propuso estimar el
grado de dolor mediante la escala visual análoga (EVA). Del mismo modo se identificó
el nivel de satisfacción materna mediante la escala de Likert, a fin de obtener
una aproximación veraz a la mejoría del dolor de acuerdo a la modalidad
analgésica aplicada, considerando a su vez las complicaciones y reacciones
adversas materno fetales.