Genes y medio ambiente, peligrosa mezcla cuando se trata de adicción
Rumbo a lo desconocido
Desde la fundación del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de
los Estados Unidos (NIDA) en 1974, han sido valiosos los logros neurocientíficos
relacionados con la dependencia de sustancias, aun cuando, como lo recuerda
la Dra. Lima, “el consumo y abuso de sustancias psicotrópicas se
remonta a la Antigüedad. Desde entonces (1974) se han aportado avances
significativos en la comprensión de los procesos mediante los cuales
el abuso de sustancias causa adicción. Los reportes científicos
que resaltan la relevancia de factores biológicos en la adicción
a drogas podrían señalarse en los tempranos años 80 y estuvieron
más vinculados a la comprensión del alcoholismo”.
Hoy día, todavía resulta imposible conocer con exactitud en qué
momento y bajo qué circunstancias los genes vulnerables pueden manifestarse
y causar adicción, y qué personas (portadoras o no de esa sensibilidad
genética) pueden terminar dependientes antes o después del consumo.
Para ello, explica
la Dra. Volkow, “primero tenemos que solidificar nuestro conocimiento
sobre cuáles son los genes que hacen a un individuo más vulnerable
o por qué lo protegen. Segundo, tenemos que solidificar el área
de cómo el ambiente afecta la predisposición de los genes”.
En este sentido, se refirió a un experimento realizado en animales durante
sus primeros días de desarrollo, en el cual se llegó a la siguiente
conclusión: la falta de contacto físico entre la madre y la cría
impide el desarrollo de genes reguladores del estrés, lo que se traduce
en vulnerabilidad o propensión a sufrir de esta patología. “Tenemos
que entender esa interacción entre el ambiente y el sistema genético
para poder decir que el ambiente, en esa época de desarrollo tan temprana,
puede tener una influencia tan importante en el aspecto genético y biológico.
Una vez que tengamos ese conocimiento, saber usarlo para proteger a esos individuos
que son vulnerables, sea por su proceso genético o por procesos ambientales”.
Por su lado, la Dra.
Lima se apunta más hacia la prevención que a la predicción.
“Sería una vigilancia más epidemiológica y clínica,
con fuerte determinante preventiva, más que el descarte biológico”.
Asimismo, considera que la investigación debe tomar en cuenta distintas
esferas del problema donde otras especialidades médicas pueden colaborar.
“Nos hace reflexionar que estos mismos sistemas (genes implicados en la
adicción) se asocian con trastornos psiquiátricos, como los del
afecto y la ansiedad, e incluso psicóticos y de personalidad. En la adicción
se considera que el futuro de la investigación debe distinguir la expresión
de ciertos genes en relación con la predisposición o con la adicción.
Entre ellos se pueden señalar ciertos genes de aparición temprana
y que favorecen la expresión de proteínas específicas”.
En cambio, la posibilidad
de saber con antelación la carga genética de los seres humanos
no es un método de ciencia ficción para el Dr. Delgado. “En
un futuro no muy lejano, se harán mapas genéticos a todos los
niños, y nosotros vamos a saber, desde que nace, cuáles son los
riesgos que tiene de enfermarse, no solamente de adicciones sino en muchas cosas
más. No son habituales porque no se le hacen a todos los niños,
pero en aquellos en que uno observa riesgos se puede hacer un estudio genético
del feto, y saber si viene con una malformación congénita”.
¿Y será
viable conocer la existencia de otras adicciones humanasí “Ya se han identificado
genes que hacen a alguien comer compulsivamente -informó la Dra. Volkow.
El cerebro es como un ascensor químico que, cuando los niveles de azúcar
o los niveles de lípidos (moléculas insolubles en agua, como la
grasa) bajan, genera una serie de reacciones que te motivan a buscar comida.
Pero cuando esos sistemas de señales no funcionan, prácticamente
el cerebro está pensando que tiene que comer. Sin embargo, la mayor parte
de los casos de obesidad compulsiva son probablemente relacionados con interacción
completa entre genes y ambiente”.
Si bien la adicción
o dependencia, que puede aparecer en la vida de cualquier persona y en cualquier
momento, es el resultado de múltiples y complejos factores biopsicosociales,
la ciencia está trabajando. Luchando para detectar las fuentes biológicas
(especialmente genéticas) involucradas, cuyo análisis contribuya
a la prevención y tratamiento de esta delicada y dolorosa enfermedad.
Hacia allá
van las investigaciones: como siempre, a lo desconocido.
NOTA:Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.
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