Acumulado Enero - Diciembre 2023 (93 - 96) 93
ISSN 1317-987X
 
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Neurología
Uso de toxina botulínica tipo A en pacientes con espasticidad secundaria a Enfermedad Vascular Cerebral (EVC)

Discusión

Se evaluaron 21 pacientes con EVC entre 27 y 82 años con una media de 53 años, lo cual se esperaba ya que a partir de los 50 años aumenta el riesgo de padecer este tipo de enfermedades.(27-31) El género predominante fue el masculino con una relación 3 a 1, lo cual tiene relación con la enfermedad ya que la EVC afecta más comúnmente al género masculino (27-29). El tipo de EVC más común que presentaron los pacientes fue la de tipo isquémico lo que coincide con los hallazgos de otros autores.(29,32)

La mayoría de los pacientes estudiados proceden de Caracas y el vecino estado Miranda aunque se evaluaron pacientes de otros estados como Mérida y Yaracuy. Esto se debe a que si bien la institución se ubica en Caracas es Centro de Referencia Nacional y es la sede del Plan Nacional de Espasticidad.

Los 21 pacientes incluidos en el estudio tenían espasticidad en diversos grados pero la mayoría tenia un grado 2/4 que es a quienes más beneficio puede ofrecer el uso de la toxina. (7,33) En pacientes con espasticidad con grado 3 o 4 en la escala de Ashworth modificada presentan a nivel de articulaciones y el resto de los tejidos blandos anomalías reológicas que crean o contribuyen a la deformidad y aunque se disminuya el tono muscular no se obtienen mayores beneficios en la movilidad de tales articulaciones.(18,33) Los pacientes recibieron dosis variables entre 300 y 800 unidades de toxina botulínica según los grupos musculares afectados.

Al evaluar el progreso de los pacientes con EVC y que recibieron la toxina, empleando la escala de FIM se verifica que de un valor inicial promedio de 47 puntos pasó a 74 al mes y medio y a 105 puntos a los 3 meses. Según las diferentes categorías del FIM Motor (autoayuda, Control de esfínteres, movilidad, locomoción, comunicación) y Cognitivo, también se comprueba esa mejoría. Como nosotros, Rousseaux et al.(2) y Cardoso et al.(4) encontraron una mejora considerable y significativa en la independencia funcional de los pacientes después de aplicarles la toxina y encontrar que, en la porción motor de la escala FIM, los pacientes habían mejorado significativamente la media de sus valores comparados con el valor medio inicial antes de aplicar la toxina.

Esto es importante ya que muchos pacientes que antes de la terapia, dependían de otros para realizar acciones cotidianas y comunes, pasaron a ser independientes después de cumplir con el tratamiento. Es decir, mejoró su calidad de vida. Además en ningún caso se verificó la presencia de efectos colaterales posterior al uso de la toxina, lo cual coincide con lo señalado en la literatura donde se indica que los efectos adversos son de poca intensidad e infrecuentes.(9)

Se encontró mayor funcionalidad en los pacientes con EVC sometidos a terapia física más aplicación de toxina botulínica, coincidiendo con los resultados de otros autores.(7) La toxina ayuda o favorece una rápida progresión y recuperación funcional en estos pacientes. (2,7,9,10,19,31,33,35,36) Sin embargo, es difícil evaluar cuanto contribuye la toxina o la terapia física. Habría que hacer futuros estudios para comparar grupos con terapia sola y otros con terapia más toxina. Estudios de este tipo se han realizado en otros países, sin embargo, hay implicaciones éticas importantes involucradas que deben ser consideradas. Esa es la razón por la cual nosotros no hicimos grupos separados, por considerar que es antiético privar a un paciente de una terapia de reconocida eficiencia como lo es la toxina botulínica.(7,10,30) Por otro lado, hay estudios donde se ha utilizado la toxina sola sin terapia y los resultados no han sido los mejores, así que lo recomendable sería hacer una combinación de fisioterapia junto con la aplicación de la toxina botulínica como sugieren otros autores.(3,7,25,37)

El uso de la toxina botulínica en estos pacientes espásticos tiene ventajas inmediatas como lo son la reducción del tono muscular, del dolor y la mejora del movimiento. Sin embargo, otras consideraciones se deben realizar con respecto a esta terapia, en especial a lo que compete a las desventajas, dentro de las cuales está su elevado costo.(18) En Venezuela la toxina utilizada es importada, lo cual dificulta aun más su obtención. Sin embargo, estudios de costo-efectividad realizados a nivel mundial justifican su uso entre los pacientes que lo requieren.(8) Igualmente las evaluaciones costo-beneficio señalan a la toxina con beneficios superiores, a pesar de su elevado costo, a drogas como el fenol que suele presentar más efectos adversos a pesar de ser más económico.(18) Su mayor desventaja consiste en que se trata de una terapia transitoria que requiere ser repetida,(38) pero a pesar de todo ello no debería privarse a los pacientes de una herramienta que los ayudaría a elevar su calidad de vida.

El 61,8% de los pacientes había sufrido la EVC hacían 20 semanas o menos y 38,1% sufrieron el evento hacían más de 20 semanas. Los diversos estudios encontrados en la literatura han empleado pacientes que han sufrido la EVC entre 6 meses y 5 años y no han evaluado si hay alguna diferencia con relación al tiempo de la espasticidad. En nuestro estudio los pacientes con más de 20 semanas del evento tuvieron valores medios de la escala de FIM un poco mayores que aquellos que tenían 20 semanas o menos con la enfermedad, sin embargo, la diferencia no fue significativa por lo que el tiempo de la enfermedad pareciera no ser una limitante para recibir la toxina botulínica. Estudios empleando un número mayor de pacientes permitirían afinar quienes serían los mayores beneficiarios del uso de la toxina botulínica.

CONCLUSIONES

Se demostró mejoría en la capacidad funcional de los pacientes con espasticidad secundaria a EVC después de tratamiento rehabilitador y aplicación de toxina botulínica tipo A. Los pacientes presentaron una mayor independencia funcional (85,7%) tres meses posteriores al tratamiento rehabilitador y aplicación de toxina botulínica tipo A. La toxina ayuda o favorece una rápida progresión y recuperación funcional en estos pacientes. No se encontraron reacciones adversas posterior a la administración de la toxina botulínica A en los pacientes estudiados.




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NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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