Acumulado Enero - Diciembre 2023 (93 - 96) 93
ISSN 1317-987X
 
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Parasitología
Anquilostomosis en niños de una comunidad indígena del estado Bolívar, Venezuela

Discusión

En Venezuela hay pocos estudios sobre anquilostomosis en comunidades indígenas y menos aún donde se evalúen parámetros hematológicos (10,11), como en el presente estudio. Generalmente en las comunidades indígenas de América Latina (16, 18-20, 23-25,28,39-42) y de Venezuela (11,12,34-36,43-45), las cifras de prevalencia de parasitosis intestinales y en especial de geohelmintos suelen ser elevadas, debido a las características climáticas, ecológicas, sanitarias y socioeconómicas de esas comunidades (11,12,45).

Si bien en el presente estudio la prevalencia global de enteroparasitosis fue elevada (89,2%), la de anquilostomosis fue baja (9,2%) lo cual contrasta con estudios realizados en América Latina (16,18-20,22-24,40-42,46) y Venezuela (10,11,31,34-36,43-45).

Se debe resaltar que de esos estudios, muy pocos se realizaron exclusivamente en niños (10,12,17,18,46) y se refieren a resultados en la población total. Cuando se consideran solo niños, las prevalencias de anquilostomosis generalmente son muy elevadas (entre 22 y 88%) entre indígenas (10,17,18,19,22,46); aunque en algunos casos han sido bajas (menos de 10%) (12,28,39,44,47,48), teniendo relación posiblemente, con el hecho de que no se usaron técnicas de concentración para el diagnóstico de helmintos en esas investigaciones.

Pero vale señalar que en algunos estudios se ha encontrado una mayor prevalencia de anquilostomosis entre adultos jóvenes e incluso en algunas regiones puede ocurrir el pico de prevalencia en adultos mayores (2,6,19,31), pero esos estudios no se refieren necesariamente a poblaciones indígenas como es el presente caso.

Con relación al estado Bolívar, este resultando es variable cuando se compara con los estudios disponibles pues en uno la prevalencia fue baja (33) y en otro elevada (30). Tal vez la razón más importante de esa variación sea el uso de técnicas no adecuadas para el diagnóstico de estos helmintos en esos estudios.

La baja prevalencia aquí encontrada sorprende si se considera que es una comunidad con todos los factores socio sanitarios, económicos y ecológicos para que esta parasitosis ocurra (35). No tenemos una explicación satisfactoria para este hallazgo. Tal vez el amplio uso de drogas antihelmínticas sea una razón, máximo si se considera que la comunidad cuenta con un ambulatorio con médicos permanentes, donde los habitantes, según dijeron, suelen asistir con frecuencia. Además, también acuden a la vecina Ciudad Bolívar en procura de asistencia médica. También se pudo verificar que toda la población usa calzado y pocos dijeron colocar las heces a cielo abierto (datos no presentados), lo cual son factores que disminuyen la trasmisión de esta parasitosis (5). Lo anterior denota cierto grado de transculturización, lo cual obedece a la cercanía (7 Km) de la ciudad capital del municipio y del estado. Lo anterior contrasta con la realidad de otras comunidades indígenas que no tienen fácil acceso a los sistemas de salud o simplemente no les agrada ese tipo de medicina optando por la tradicional indígena (35,45).

Otra posible explicación de la baja prevalencia de infección por anquilostomideos pudiera ser errores en el diagnóstico, lo cual tampoco consideramos sea la razón primaria toda vez que se emplearon tres técnicas de concentración entre ellas Willis, que ha mostrado ser la más adecuada para la búsqueda de huevos de anquilostomideos (5,37).

Desde el punto de vista clínico y dependiendo de la carga parasitaria, puede haber un amplio espectro de manifestaciones clínicas en la anquilostomosis, desde los casos asintomáticos hasta algunos con anemias severas (3,8,9,49). En el presente estudio no se determinó la carga parasitaria de los infectados pero, considerando las manifestaciones clínicas encontradas, puede inferirse que las cargas eran variables y posiblemente algunos estén infectado crónicamente. Como lo demuestra el hecho que dos casos estaban sin síntomas. La anemia que es el hallazgo clínico más llamativo en anquilostomosis (10,49) y se observó en 5 de los 6 casos. Para que la disminución de la hemoglobina sea evidente suele requerirse no solo una infección intensa sino que sea prolongada en el tiempo. De esos cinco casos, dos tuvieron correlación clínica con los hallazgos de laboratorio, pues clínicamente tenían palidez cutáneo-mucosa. Es por ello que debe prestarse atención a las manifestaciones clínicas en estos pacientes pues si bien no son únicas o específicas pueden orientar el diagnostico. Resultados similares fueron señalados por Guilarte et al. (11).

Otras manifestaciones encontradas no son comunes o propias de la anquilostomosis y posiblemente se deban a otros agentes que infectan simultáneamente a estos niños.

La media de hemoglobina entre todos los evaluados fue de 11,6 gl/dl, mostrado que la comunidad o por lo menos la población infantil presenta anemia, lo cual ha sido informado en niños de otras comunidades indígenas venezolanas (10,11). Raramente en se encuentran en indígenas, cifras normales de hemoglobina, como en el estudio de Rivero de Rodríguez et al. (45) que no encontró relación entre geohelmintosis y anemia entre 37 indígenas Yukpa del estado Zulia. Entre indígenas Waraos del estado Sucre, Guilarte et al. (11) encontraron una relación positiva entre cifras bajas de hemoglobina y anquilostomosis. Mientras que entre Yanomamis del estado Amazonas, Verhagen et al. (10) también encontró bajas cifras de hemoglobina entre los niños con anquilostomosis con diferencias estadísticamente significativas.

El reducido número de casos no permitió realizar un estudio estadístico de la distribución de casos de anquilostomosis según edad o género. Aunque llamó la atención que la mayoría de los casos ocurrieron en niñas. Además es de resaltar que a pesar de ello, los niños del género masculino presentaron más anemia, lo cual indica que no es solo la helmintosis la que está causando los niveles bajos de hemoglobina. En ese sentido, otro factor a considerar es el elevado porcentaje de poliparasistimo entre los parasitados (87%). Hallazgos similares han sido encontrados en otros estudios en comunidades indígenas (10,11,42).

En el presente estudio, la anemia posiblemente sea multifactorial (no solo parasito dependiente), destacando las deficiencias proteico-calóricas y deficiente consumo de hierro lo cual es frecuente en comunidades rurales e indígenas (10,11,42,50,51).

Es sabido que en personas parasitadas por helmintos (algunos intestinales y otras tisulares) y también en giardiosis, puede ocurrir aumento de los eosinófilos en sangre y una elevación de los anticuerpos de tipo IgE como un reflejo de estas infecciones (52-57). En el presente estudio, se intento relacionar la eosinofilia y los niveles elevados de IgE con los casos de anquilostomosis en niños de la comunidad. En muy pocos trabajos se ha evaluado esta relación. Viera-Silva et al. (56) establecieron que estos dos parámetros pueden ser usados como factores predictivos o de riesgo para algunas enteroparasitosis.

Si bien ambos parámetros resultaron elevados entre los niños con anquilostomosis, en los individuos sin anquilostomideos, también se encontraban elevadas. Otros autores han encontrado elevados porcentajes de eosinofilia entre individuos parasitados por helmintos intestinales (45,52,58). Específicamente entre indígenas, Verhagen et al. (10) en Yanomamis de Venezuela, demostró una asociación estadísticamente significativa entre los parasitados con helmintos, especialmente con anquilostomideos, y altos niveles de eosinófilos. También entre indígenas Yukpa del estado Zulia, se encontró que la mayoría de los parasitados con helmintos tenia eosinofilia y niveles por encima de lo normal de IgE (45).

El elevado porcentaje de eosinofilia entre los estudiados puede también explicarse por el poliparasitismo, pues otros parásitos como los helmintos Toxocara sp., S. stercoralis, A. lumbricoides y T. trichiura y el protozoario Giardia lamblia pueden llevar a eosinofilia; pero también hay otras causas no parasitarias especialmente aquellas de tipo alérgicos (10,11,53,56,57) que no han sido consideradas en este estudio.

El 46,2% de los niños tenia eosinófilos aumentados en sangre, pero la diferencia no fue significativa cuando se comparan los que tenían anquilostomideos y aquellos no parasitados. Contrastando con otros estudios donde si fue encontrada esa relación (11,56). Habría que ampliar el tamaño de la muestra para obtener resultados más concluyentes.

Por otro lado, la presencia de otros geohelmintos pudiera explicar la elevación de los niveles de IgE, pero ese no es el caso en esta comunidad ya que se diagnosticaron pocos geohelmintos. Sin embargo, se pudo constatar in situ una gran cantidad de perros que conviven con las personas por lo que otra posible causa para estos elevados valores en las pruebas de laboratorio sea la presencia de toxocariosis. Pero se requieren de otros estudios para poner en evidencia anticuerpos contra Toxocara canis en la población estudiada así como su presencia entre la población canina.

De los seis casos de anquilostomosis, cinco tenían otros parásitos asociados, destacando Blastocystis spp. (4 casos) y G. lamblia (dos caso). Es por ello que la clínica del niño no puede ser atribuida únicamente a un único parásito sino posiblemente a un efecto sinérgico entre ellos.

En anquilostomosis, como demostrado en otros estudios, el simple tratamiento con antihelminticos no es la única medida a ser implementada, pues hay que combatir la anemia y para ello se requiere realizar un suplemento a base de hierro en la dieta de estos niños lo cual ha demostrado lleva a un aumento en los niveles de hemoglobina y mejora la calidad de vida de esos niños (59,60). Aunado a esas medias hay que promover la educación sanitaria y procurar cambios en los hábitos y comportamiento de las personas así como mejoras en el saneamiento ambiental de la comunidad (42).

En conclusión, se determinó una baja prevalencia de anquilostomosis entre los niños evaluados, los cuales presentaban en su mayoría anemia, eosinofilia y aumento de la IgE, pero sin diferencias significativas comparado con los niños sin anquilostomosis.

Agradecimientos

A los Sres. José Gregorio Álvarez y Carmelo Luces, auxiliares del Laboratorio de Parasitología del Departamento de Parasitología y Microbiología de la Escuela de Ciencias de la Salud UDO-Bolívar, por la asistencia técnica. A los estudiantes de la asignatura Parasitología del VIII semestre de Bioanálisis (Periodo I-2014), por su participación en las actividades de campo. A toda la comunidad Itopoicon en especial a los niños participantes y sus padres. Financiamiento: Consejo de Investigación de la Universidad de Oriente. Proyecto: CI-05-040102-186313




Continua: Referencias

Anquilostomosis en niños de una comunidad indígena del estado Bolívar, Venezuela
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Materiales y métodos
Resultados
Discusión
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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