En el presente estudio, se analizaron las
características de la velocidad confortable de la marcha y de la velocidad
máxima de la marcha en personas con diversas alteraciones
cardíacas, mientras participaban en un programa
ambulatorio de rehabilitación cardíaca. Dichos parámetros fueron evaluados en
43 participantes, (30 hombres y 13 mujeres) mediante el test de caminata de 10
metros descrito por Bohannon(8), y se demostró que las velocidades
eran comparables (e incluso discretamente mayores) a las descritas por dicho
autor en participantes voluntarios sanos. Esta observación permite comentar que
la apreciación realizada por un consenso de 16 expertos (médicos,
fisioterapeutas y epidemiólogos de 7 países) en el que se señaló que el caminar
era una de las actividades limitadas en las personas con enfermedad cardíaca
isquémica crónica, se refiere solamente a las caminatas que involucran una
puesta en escena del sistema cardiovascular, en particular del metabolismo
aeróbico. Se demostró en la muestra de este estudio que la velocidad confortable
y máxima de caminata en distancias cortas no se ve afectada en las personas con
cardiopatías que tradicionalmente participan en programas ambulatorios de
rehabilitación cardíaca.
Cuando
se examinó la respuesta particular de ambas variables ante un programa
ambulatorio de rehabilitación cardíaca de 2 meses de duración, se pudo observar
que la VCC se incrementaba en promedio unos 6,57 metros/minuto en los
participantes (p<0,001), mientras que la VMC se incrementaba en unos 8,45
metros/minuto (p=0,002), lo cual constituye un beneficio de los programas de
rehabilitación cardíaca hasta ahora no reportado en la literatura
especializada. La velocidad de caminata a cortas distancias constituye una
variable determinante de la independencia en los traslados, específicamente en
aspectos tales como cruzar una intersección de una calle. Por ejemplo, para
cruzar tales intersecciones se recomienda una velocidad mayor a 72
metros/minuto (9). En el caso de los participantes de este estudio,
se pudieron observar velocidades mayores a esta recomendación.
La
medición de estos parámetros en programas de rehabilitación cardíaca le ofrece
al fisioterapeuta y al equipo de salud una información relevante, puesto que la
velocidad confortable de caminata puede dar una idea clara de la velocidad
habitual de marcha de los participantes de estos programas. Además, se pudo demostrar una fuerte correlación entre la velocidad confortable
de caminata y la velocidad promedio durante el test de caminata de 6 minutos
(r= 0,71). Como ya se mencionó previamente, las personas tendían a caminar al
mismo porcentaje de la velocidad máxima de caminata durante la prueba de la
velocidad confortable de caminata (71,5% aproximadamente), que durante el test
de caminata de 6 minutos (69% aproximadamente). Estos resultados podrían
interpretarse como una evidencia de la discapacidad funcional aeróbica, puesto
que en promedio, las personas incluidas en la muestra no son capaces de
sobrepasar (e incluso están por debajo de la misma) la velocidad que ellos
eligen como “velocidad confortable para caminar”. Esta puede ser una medida que
puede ayudar a identificar a aquellas personas que tienen verdadera limitación
en la capacidad funcional aeróbica, más allá del análisis de la prueba de
esfuerzo convencional.
Adicionalmente,
la medición de la velocidad máxima de caminata ayuda al fisioterapeuta y al
resto del equipo en la identificación de aquellas personas con limitaciones
musculoesqueléticas para la caminata. Asimismo, constituye un parámetro que
permite medir la velocidad relativa promedio con la que camina una persona
durante su entrenamiento o durante el test de caminata de 6 minutos. El hecho
de que la velocidad promedio con la que camina una persona con deficiencias
cardíacas durante el test de caminata de 6 minutos es de aproximadamente un 68%
de su velocidad máxima de caminata no ha sido descrito hasta ahora en la
literatura especializada.
También
resulta interesante que estos porcentajes mencionados no varían durante el
programa de entrenamiento. Es decir, las personas al finalizar el programa de
rehabilitación cardíaca siguen considerando un 71% de la VMC como su VCC, y un
68% de la VMC como la velocidad promedio durante el test de caminata de seis
minutos.
Por
último, es importante mencionar que se demostró una correlación moderada pero
significativa (r= 0,390, p=0,01) entre la variación de la VMC y la variación de
la VTC6m. Esto podría significar que el incremento de la VMC podría de alguna
manera explicar el incremento en la distancia recorrida durante el Test de
caminata de 6 minutos y por ende, este podría ser un mecanismo responsable de
la mejoría observada en este parámetro tradicionalmente utilizado en los
programas de rehabilitación cardíaca.
Como
resultado de esta investigación, además, se identificaron algunos índices entre
estas variables que de alguna manera se correlacionaron con cambios significativos
en la distancia alcanzada durante el test de caminata de 6 minutos, sin
embargo, como no eran objetivos propios de la investigación, se procederá a
examinarlos prospectivamente en un próximo estudio a ver si tienen validez o
poder predictivo.
CONCLUSIONES
En esta investigación realizada con
43 participantes de un programa ambulatorio de rehabilitación cardíaca se pudo
observar que los mismos mantenían velocidades confortables y máximas de
caminata de trayectos cortos (10 metros) comparables con las de sujetos sanos,
que dichas velocidades son susceptibles a cambios (incrementos) durante el
programa, y que los cambios de la velocidad máxima de caminata se
correlacionaba con los cambios del test de caminata de seis minutos, fenómeno
que no se presentaba con los cambios de la velocidad confortable de caminata.