Octubre-Diciembre 2007 33
ISSN 1317-987X
 
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Parasitología
Valor pronóstico de los cambios fisiológicos asociados a la quimio-resistencia en Leishmania

La leishmaniasis en Venezuela

Venezuela presenta una alta ocurrencia de parasitosis tropicales (MSDS, 2002). Mas aún, en Venezuela la leishmaniasis es un serio problema de salud pública; así, durante el período 1970 ? 2004 se ha observado un incremento continuo inter-anual de nuevos casos (MSDS, 2004). Las manifestaciones más frecuentes son la leishmaniasis cutánea y la mucocutánea (Hirst y Stapley, 2000). Mediante técnicas moleculares se han identificado casos de leishmaniasis cutánea en las distintas áreas endémicas del país como: los valles del sistema montañoso de la Costa, la depresión de Yaracuy, algunas regiones de los llanos y de los Andes, el sur del Orinoco, la zona montañosa y boscosa de Táchira, Mérida, Trujillo, Lara, Miranda y Sucre, además de los estados Carabobo y Aragua (Rodríguez y col, 2001, 2002a). La incidencia de leishmaniasis cutánea es de 10 casos por cada 100.000 habitantes; la leishmaniasis cutánea localizada representa el 98,8% de los casos positivos, con la aparición de una sola lesión en 69% de ellos (MSDS, 2004). La leishmaniasis visceral es menos frecuente en Venezuela; sin embargo, se han identificado casos en las zonas rurales y en los terrenos aluvionales por debajo de 7 metros del nivel del mar (Ulrich, 2004).
El Instituto de Biomedicina en su área de atención al paciente, atiende casos a nivel nacional (Zerpa, 2005). Los datos recolectados por su Departamento de Informática indican que el número total de casos a nivel nacional, en el año 2004, fue de 2489. El sexo masculino es más afectado que el femenino (60,7 % y 39,3%) y los casos se presentan a partir de los 3 años de edad. 
Formas de Transmisión
En la transmisión de la leishmaniasis participan mosquitos hematófagos de los cuales se han descrito 30 especies. Su clasificación taxonómica está resumida en la Tabla 1 (Mendoza-León y col, 1996).

Tabla 1

En nuestro país, varias especies de mosquitos están asociados a la leishmaniasis tegumentaria y Lutzomyia longipalpis está asociada específicamente con la transmisión de la leishmaniasis visceral. Diversos nombres populares identifican a estos vectores, i.e., Moscas de arena, Tarayita, Palomilla y Angoleta. Anatómicamente se describen de tórax arqueado, alas lanceoladas, cuerpo piloso, patas largas y delicadas, abdomen largo y tubular. Estos insectos son pequeños, miden entre 1,5 a 3 mm, son de color amarillento y ojos oscuros. Viven en sitios húmedos y sombríos y tienen actividad crepuscular. Abundan en los meses calurosos y lluviosos. Realizan vuelos cortos con períodos de reposo, en pequeños saltos, aunque pueden cubrir distancias largas, en vuelo fijo direccional. No son comunes en zonas urbanas (Feliciangeli y col, 1998; Feliciangeli y Rabinovich, 1998). Las hembras son hematófagas y necesitan sangre para la maduración de los huevos. Luego de la fecundación depositan entre 40 y 70 huevos en un sitio húmedo y oscuro con abundante material orgánico. En este ambiente se desarrollan las larvas que luego se transforman a pupas, las cuales se convierten en imagos poco activos (insecto adulto que ha alcanzado su desarrollo completo y es capaz de reproducirse).
La profilaxis para evitar la infección de enfermedades transmitidas por insectos incluye control del vector (mediante insecticidas de acción residual ? DDT ? en zonas de transmisión), eliminación de los reservorios o protección individual (repelentes varias veces al día y mosquiteros) (Curtis, 1992; Neghme y col, 1999). Es decir, el control eficiente de la densidad de mosquitos en una zona geográfica es fundamental para la erradicación de la enfermedad. Sin embargo, no siempre es posible implementarlo en las zonas alejadas de las ciudades y zonas urbanas y por eso deben buscarse sistemas alternativos de control del vector (Thakur, 2006). En nuestro país la profilaxis a nivel del control del insecto vector, lamentablemente ha sido insuficiente. El estudio del papel del mosquito en la transmisión de la leishmaniasis se ha orientado en dos aspectos. Por una parte, Lerner y colaboradores (1991) analizaron los componentes de la saliva del insecto y describieron el maxadilan, péptido vasodilatador similar en estructura a la calcitonina. Estos autores demostraron que en macrófagos cultivados ?in vitro?, estos péptidos tipo maxadilan inhiben los procesos metabólicos oxidativos y de presentación antigénica propios de los macrófagos, y sugieren que la presencia de maxadilan y otros péptidos favorecen la inoculación exitosa del parásito al hospedero mamífero. Así mismo, existen evidencias que indican que la saliva del insecto vector exacerba la enfermedad e incrementa el número de parásitos (viables) presentes en la lesión (Belkaid y col, 1998). Por otro lado, Guevara y colaboradores (2001) iniciaron el estudio por biología molecular de la interacción parásito-vector. Para ello utilizaron una línea celular transfectante de Leishmania donovani que expresa en forma estable marcadores fluorescentes útiles en la identificación de la presencia del parásito en el insecto en condiciones in vivo. La importancia epidemiológica de esta metodología es de gran relevancia. Finalmente, existen otras formas de transmisión menos frecuentes (en Venezuela, unos 12 casos en 73 años) que ocurren de manera accidental en el laboratorio, por el contacto inadvertido con un vector infectado debido al manejo inadecuado de cultivos de parásitos, o por contacto con muestras de animales o personas infectadas, con sangre contaminada, o por heridas ocasionadas con agujas contaminadas o a través de abrasiones preexistentes en la piel (Delgado y col, 1996; Reyes Romero y col, 2004). A pesar de su frecuencia tan baja, es fundamental enfatizar la importancia de utilizar los códigos y reglas de seguridad en el trabajo que garanticen la integridad y salud de los investigadores en el laboratorio.
Valor pronóstico de los cambios fisiológicos asociados a la quimio-resistencia en Leishmania. (Revisión invitada)
Introducción
La leishmaniasis en Venezuela
Clasificación taxonómica de Leishmania
Manifestaciones clínicas de la leishmaniasis
Fármacos utilizados en el tratamiento de la leishmaniasis
Quimioresistencia
Costo de adaptación en Leishmania, vínculos con la quimio-resistencia
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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