La figura muestra el impacto del uso de medicamentos antiretrovirales en hombres homosexuales con SIDA en la ciudad de San Francisco, Estados Unidos. Vemos que el uso de terapias combinadas (las barras amarillas) determinó una caída en el número de muertes por SIDA. Y ejemplos parecidos se ven en otros países industrializados e incluso en Sao Paulo, Brasil, donde el gobierno instauró la política de proveer medicamentos antiretrovirales a los pacientes.

Por sus altos costos, estos medicamentos no están accesibles en los países pobres del mundo, donde la epidemia es más severa, especialmente en Africa. En estos momentos se está haciendo un importante esfuerzo de negociación con las compañías farmacéuticas, para explorar mecanismos para abaratar los costos de esos medicamentos. Existe el problema adicional de la aparición de resistencia del virus a estos medicamentos, lo cual podría disminuir considerablemente su utilidad en los próximos años.

Número estimado de nuevas infecciones

Mientras tanto la epidemia continúa. Más de 5 millones de personas se infectaron por el VIH en 1999, la mayor parte de ellas (unos 4 millones) en Africa.

Nuevas infecciones por región

La figura muestra el número de nuevas infecciones por año y por región geográfica. Llama la atención la epidemia Africana (la línea punteada amarilla), con unos 4 millones de infecciones nuevas por año. Así mismo, llama la atención el Asia Central y del Este, básicamente China (representada por la línea verde) que esta aumentando de manera persistente. Otras regiones del mundo, incluyendo a Latino América, muestran una especie de "plateau" o aumentan muy lentamente.

¿Por qué la epidemia en Africa es tan severa? No lo sabemos a ciencia cierta. Podría ser debido a una mayor severidad de los subtipos vírales prevalecientes en Africa, sobre todo el subtipo C en el sur del continente. Es posible también que otras enfermedades de transmisión sexual favorezcan la propagación del VIH.

La epidemia continúa

Cada día se producen 15.000 nuevas infecciones por VIH, y el 95% de ellas ocurren en países en vías de desarrollo. El 50% de esas infecciones ocurren en mujeres y el 50% en jóvenes entre 15 y 25 años de edad. Es por eso que las campañas de prevención deben enfocarse en la juventud.

No olvidemos que el 10% de las infecciones ocurren en niños menores de un año, la mayoría de ellos infectados verticalmente por sus madres. Afortunadamente sabemos que el tratamiento antiretroviral de la madre disminuye la transmisión del VIH al niño recién nacido y esa es una intervención muy eficiente para evitar nuevas infecciones.

Una vacuna es la mejor solución

Hemos visto entonces que a pesar de una intensa campaña internacional para prevenir el SIDA, sobre todo a través de información, educación y cambio de conducta, la epidemia continúa. Por eso, cada día, más personas consideran que una vacuna es la mejor solución a largo plazo. Y digo a largo plazo porque todavía tenemos muchos problemas que solucionar antes de tener una vacuna. Esos problemas no son sólo científicos, sino también logísticos y económicos. Hacer pruebas de vacunas es caro y difícil, y como las vacunas deben ser baratas para que sean usadas, las compañías farmacéuticas no tienen muchos incentivos económicos para hacer investigación en vacunas. Una situación muy diferente es la de los medicamentos anti-VIH, que han sido un "boom" financiero para la industria farmacéutica.

Existen otros problemas científicos:

• No sabemos cual es la correlación inmunológica de protección. En otras palabras, no sabemos que tipo de respuesta inmune debe inducir una vacuna para que ésta proteja contra la infección del VIH o contra la enfermedad.
• Tenemos problemas con la variabilidad genética del virus, y no está claro si necesitamos vacunas contra los subtipos del virus.
• Finalmente, no tenemos modelos animales apropiados donde probar las vacunas antes de pasar a experimentos en voluntarios humanos.