Julio-Septiembre 2002 12
ISSN 1317-987X
 
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Artículos
 



Imagenología y Radiología
Vertebroplastia, tratamiento actual de elección de las fracturas por compresión de los cuerpos vertebrales

Discusión

Con el aumento de la sobrevida de la población las fracturas osteoporóticas por compresión han mostrado un incremento en su prevalencia (11, 12, 13). Se estima que 1 de cada 6 mujeres posmenopáusicas desarrollaran fracturas.

Las fracturas de los cuerpos vertebrales no sólo producen dolor, sino otras manifestaciones como retención urinaria, íleo transitorio, insomnio, depresión, limitación funcional y afección pulmonar en el caso de las dorsales que disminuyen la capacidad vital. (31, 32).

El tratamiento médico con faja, reposo y analgésicos en algunos pacientes mejora el dolor, en otros el éste se hace refractario además del riesgo de nuevas fracturas y otras complicaciones relacionadas a la inmovilización.

La intervención quirúrgica como tratamiento de las fracturas se realiza con poca frecuencia, debido a las condiciones limitadas del hueso y el porcentaje elevado de condiciones comorbidas en estos pacientes que aumentan el riesgo de complicaciones por la cirugía.

Todo esto ha convertido a la vertebroplastia en el tratamiento de elección del dolor causado por las fracturas por compresión de las vértebras, despertando un gran interés en la población general y médica, por los extraordinarios resultados publicados en la literatura. (17,18, 19, 21, 22)

La fisiopatología de cómo el metiltacrilato provoca la mejoría del dolor, es aún incierta. La teoría más aceptada es que refuerza el cuerpo vertebral y disminuye el micromovimiento, evitándole una nueva fractura. Se piensa que el calor que genera el cemento dentro de la vértebra lesiona las pequeñas terminaciones nerviosas mejorando el dolor. (11, 14, 15, 16, 20)

La vertebroplastia tiene una indicación muy precisa: "dolor focal debido a fractura aguda de un cuerpo vertebral", de causa variable, que no se asocia a radiculopatía ni componente epidural, estos conceptos son de mucha importancia, ya que el éxito del procedimiento depende de la adecuada selección del paciente que se puede beneficiar de esta técnica. Es imprescindible la realización de métodos diagnósticos adecuados para determinar si existe o no fractura vertebral, el número, la localización, así como si son fracturas agudas que son las que se benefician de este tratamiento. Es bien sabido que las fracturas son un hallazgo radiológico frecuente que muchas veces es asintomático, porque se tratan de lesiones crónicas que no producen dolor, la radiografía y la tomografía son excelentes métodos diagnósticos para detectar la deformidad y aplastamiento de un cuerpo vertebral y si la fractura afecta el espacio epidural o tecal. Sin embargo, no son capaces de precisar si estamos ante un evento agudo o crónico, por eso toda evaluación previa a una Vertebroplastia debe incluir un estudio de resonancia magnética con secuencia STIR para determinar la presencia de edema en el cuerpo vertebral que se sospecha fracturado, en cuyo caso se le considera una fractura aguda candidata al procedimiento. La ausencia de edema debe ser un criterio de exclusión. En nuestra serie todas las vértebras tratadas tenían edema, inclusive aquellas que coincidiendo con el área de dolor, no parecían estar fracturadas en la radiografía convencional, resaltando la importancia de la RM con secuencia STIR (Fig. 9)

La Vertebroplastia Percutánea es un método que relativamente sencillo y seguro, como se refleja en la literatura, usualmente bien tolerado, sin complicaciones neurológicas serias, siendo la complicación más frecuente la extravasación del cemento al espacio discal generalmente asintomática. Otra complicación es la aparición de nuevas fracturas como observamos en nuestra serie, ya sean distales o proximales a la vértebra tratada, esto ya ha sido reportado en la literatura, pues se conoce el riesgo aumentado de fractura en las vértebras adyacentes a las tratadas con vertebroplastia (23), esto no representa un problema mayor pues el tratamiento es el mismo, se puede realizar Vertebroplastia a las nuevas fracturas con un máximo de 3-4 vértebras por sesión, observándose muy buenos resultados en estos pacientes, como vemos en nuestra serie.

En cuanto a la extravasación del cemento al espacio discal coincidimos con los reportes de otros, que no ocasiona efectos clinicos (4, 24, 25) ni consecuencias en la mejoría del estado funcional post vertebroplastia. Asimismo coincidimos en que es más común en los casos en los que el plano de la fractura se extiende hasta el platillo vertebral o la superficie cortical. En cuanto al volumen del cemento no se asoció a factor causal de la extravasación la cual se evitó con el uso de la guía fluoroscópica continua durante la inyección del cemento para determinar un llenamiento con cemento de aproximadamente el 70% del cuerpo vertebral. La visión fluoroscópica continua de la inyección del cemento permite detectar precozmente el menor indicio de extravasación, indicando detener la inyección o re-posicionar la aguja. Algunos autores prefieren la guía tomográfica para este procedimiento (26,27,28) ya que es mas sensible para determinar la fuga del cemento cuando esto ha ocurrido, sin embargo la falta de visualización en tiempo real durante la inyección, aumenta el riesgo de extravasación, por eso preferimos la visión fluoroscópica continua. Hoy día con la fluoroTC no habrá problema alguno.

La literatura reporta una muy baja incidencia de complicaciones mayores debidas a este procedimiento, como la embolia pulmonar por cemento intravascular y la muerte, no tuvimos complicaciones de esta índole en nuestra serie.(29,30).

En el manejo del dolor por fracturas " patológicas ", aquellas que suceden en las vértebras debilitadas por infiltración tumoral primaria o secundaria, observamos que la vertebroplastia también tuvo resultados extraordinarios en el manejo del dolor como los reportados en la literatura (25, 33); sin evidencia de que la existencia de enfermedad tumoral sea un factor de riesgo o limitante para la realización del procedimiento, en nuestra serie notamos que la presencia de lesión tumoral fue un factor pronóstico predictivo significante en la mejoría funcional post vertebroplastia, observándose una mejoría funcional significativa. Sin embargo, menos notoria que en el resto de los pacientes, muy probablemente debido a la enfermedad de base.

Existen pocos reportes en la literatura de medición objetiva de los resultados post vertebroplastia, con el uso de índices o escalas, tales como el trabajo de Grados et. al que usaron la Escala Análoga Visual de Huskisson, para medir los cambios del dolor con el tiempo posterior al procedimiento (34), y nuestra serie que usamos el Indice de Karnosfky para medir la mejoría del estado funcional post vertebroplastia, comparando los valores previos con los posteriores al procedimiento, observando una mejoría significativa del dolor y del estado funcional de los pacientes con fracturas vertebrales por compresión tratadas con vertebroplastia.

Concluimos que la Vertebroplastia Percutánea con Polimetilmetacrilato es una técnica eficaz, segura y de elección en el tratamiento de las fracturas vertebrales por compresión.



Continua: Bibliografía

Introducción
Población y métodos
Técnica
Resultados
Discusión
Bibliografía

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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