El primer aumento mamario se le
acredita a Czerny en 1895 quien realizó
reconstrucción mamaria con lipoma extraído de región lumbar posterior a
remover un fibroadenoma.(6) En 1900 Gersuny sugirió que la
parafina podría ser usada para el aumento mamario; a pesar de no existir datos
claros en la literatura, Caffe reportó que el primer caso de aumento mamario
por inyección de parafina fue realizado en 1904 pero la alta incidencia de
complicaciones como ulceraciones, fístulas mamarias, embolismos retinales,
pulmonares y cerebrales, parafinomas, poliartritis crónica como procesos secundarios
a esta técnica y dificultad en el diagnóstico del cáncer llevaron a su desuso
en Europa y Estados Unidos en 1920.(6,7) Las siliconas (polímeros derivados de sílice),
son sustancias bastante inertes que pueden prepararse en distintos grados de
dureza: desde líquidos hasta en forma sólida. Comenzaron a usarse en Japón a principios
de la década de los 40 del siglo pasado. Debido a que la silicona en su forma
líquida se desplazaba o podía ser reabsorbida en parte, Sakurai, en Tokio, en
1946, mezcló esta sustancia con ácidos grasos de origen animal y vegetal al 1%.
El objetivo era producir una irritación en los tejidos que la rodean al ser
inyectada y que posteriormente esta irritación produjera una cápsula fibrosa
que la fijara en el sitio inyectado.(1,7,8,9) Más tarde, otro japonés, el
Dr.Taichiro Akiyama, en 1.948 elaboró silicón para inyectar, y cerca de 1949-50
desarrolló una forma inyectable de gel de silicona llamada Elicon. Miles de
senos fueron inyectados con este gel que fue llamado "la grasa natural de
Akiyama" o "la cirugía sin bisturí". Se describieron complicaciones como: mastitis,
destrucción del parénquima, drenaje cutáneo espontáneo y migración hacia el
abdomen.(6,7) Investigaciones iniciales indicaron
que la inyección de silicón era bien tolerada por los tejidos y provocaba
pequeñas respuestas locales pero no sistémicas. Sin embargo, con más
experiencia acumulada y observaciones más cuidadosas, se hizo evidente que la
sustancia no era tan inerte como inicialmente se creía. Ellenbogen, et al. En
1975 reportaron 4 casos de inyección de silicón en varios sitios del cuerpo
incluyendo la mama, en todos ellos se identificaron complicaciones tales como
migración, hepatitis granulomatosa, hipopigmentación y la muerte reportada en
el cuarto caso de una mujer de 40 años con
inyección en ambas mamas cuya autopsia demostró vacuolas de este gel en hígado,
pulmones, cerebro, riñones, bazo y páncreas. La muerte
se produjo por edema pulmonar agudo bilateral secundario a la inyección
de silicón intravascular.(10) Para la realización de mamoplastia de
aumento, la silicona líquida se inyecta en el tejido celular subcutáneo mamario
en grandes cantidades, normalmente a alta presión y efectuando maniobras de
masaje local. Este mecanismo, junto con la dislaceración del tejido celular
subcutáneo por las múltiples punciones y la administración accidental
intravascular, facilita que el material inyectado pueda alcanzar el torrente sanguíneo
hasta llegar a los vasos pulmonares.
La lesión intrapulmonar
que se produce es similar a la embolia grasa.(3,11) Schmid et al; reportaron un caso y
revisaron 32 casos más de pacientes que presentaron signos y síntomas del
"Síndrome de Silicón", incluyendo disnea, fiebre, tos, hemoptisis, dolor torácico,
hipoxia, hemorragia alveolar y alteración de la conciencia. Evidenciaron una
patogénesis similar entre el síndrome de embolismo graso y el de silicón.(3,11) A finales de los años sesenta, la FDA prohibió
el uso de silicón o paÂrafina infiltrados con fines estéticos.(5) En 1985 Morgenstern et al, estudiaron
12 pacientes con carcinoma de mama coexistiendo con mastopatía inducida por el
silicón documentando la dificultad del
diagnóstico y tratamiento de la neoplasia maligna, imposibilidad del
diagnóstico temprano del cáncer de mama y pérdida de la sensibilidad
mamográfica debido a la infiltración de silicón libre.(12) Con base a sus observaciones
realizaron recomendaciones en el manejo de pacientes con mastopatía inducida
por silicón tales como: mastectomía en pacientes de alto riesgo para cáncer de
mama (especialmente en pacientes con historia familiar), ante cualquier cambio
clínico debe sospecharse posibles signos de carcinoma y realizar biopsia de la
lesión así como también estudio mamográfico anual aunque su interpretación sea
difícil.(12) Los signos radiológicos de los
siliconomas son característicos, y difieren según la técnica utilizada. En la
mamografía se identifican como imágenes radioopacas de muy alta densidad, que
oscurecen el tejido glandular subyacente, no pudiendo éste ser evaluado así
como tampoco descartar la presencia de signos que sugieran cáncer en estas
áreas, además pueden existir imágenes de alta radiodensidad en los linfonodos
debido a migración de la silicona intraglandular por los conductos linfáticos
hacia la axila.(3) Con ultrasonido la descripción clásica
de un granuloma de silicona es el de un aspecto de "nevada": nódulo intensa y
homogéneamente hiperecogénico, con un contorno anterior redondeado y bien
delimitado y que provoca una sombra posterior "sucia" que oscurece su borde
posterior. Otros tienen un aspecto quístico complejo o pueden presentarse como
nódulos sólidos isoecogénicos.(3,13) Los Granulomas de silicón muy antiguos
pueden progresar a una fase fibrótica de reacción a cuerpo extraño y llegar a
ser espiculados mamográficamente y causar sombra acústica en el ultrasonido sospechosa de malignidad. Todo el
espectro puede estar presente en una sola paciente.(13) La resonancia magnética de mama es una
técnica de buen rendimiento en la evaluación de los siliconomas ya que
determina la extensión del compromiso glandular, si existe silicona a nivel de
los linfáticos, y permite descartar la presencia
de otros tumores. Se utilizan secuencias T1 axial, T2 sagital Fat Sat, STIR
Axial, T1 axial con supresión silicón y dinámico Ti axial. En el tratamiento muchas veces puede
ser necesaria la mastectomía total para controlar la inflamación y
complicaciones cosméticas secundarias, con reconstrucción secundaria utilizando
prótesis de silicona.(12,14,15)
En los casos en que la
paciente rechaza la opción de la mastectomía debe realizarse un riguroso examen
clínico periódico y ante la sospecha de cambios a la palpación o aumento del
dolor, idealmente hacer una resonancia magnética de mama para descartar la presencia
de un carcinoma, si este recurso no está disponible o al alcance de la
paciente, deberá biopsiarse la zona sospechosa como método diagnóstico.(7) La paciente a quien debe realizarse
pesquisa de cáncer de mama se le realizará RM anual por ser la única técnica de
imagen útil que permite evaluar tejido glandular en estos casos.
Conclusión: El uso de sustancias modelantes en las
mamas trae consigo complicaciones impredecibles lo que conlleva a la necesidad de
una evaluación, tratamiento médico y/o quirúrgico individualizado.(16)
La resonancia magnética es idónea en la evaluación de pacientes con implantes
de silicona o solución salina, inyecciones de silicona libre, parafina o gel (17),
en estas últimas es la técnica imagenológica de elección para pesquisa del
cáncer de mama. Es pertinente crear conciencia en nuestro medio sobre las
repercusiones que trae consigo el uso de diversas sustancias para lograr
aumentar el volumen mamario.