Microbiología
Factores asociados con la respuesta inmunológica en el Lupus cutáneo
Tratamiento: Breves consideraciones generales
Aunque no hay una cura definitiva para el Lupus, en la mayoría
de las personas un tratamiento efectivo puede minimizar los síntomas
de esta enfermedad, reducir la inflamación y mantener normales las funciones
corporales del individuo. Los medicamentos prescritos para las personas con
lupus dependen de que órgano este involucrado y de la severidad de daño
ocasionada en dicho órgano. Comúnmente los medicamentos prescritos
incluyen:
Drogas anti-inflamatorias:
como aspirina y antiinflamatorios no esteroideos (AINES) tipo ibuprofeno.
Acetaminofen:
un analgésico usado principalmente para combatir el dolor, de utilidad
cada vez menor en la farmacopea del lupus.
Corticoesteroides:
los corticoesteroides sintetizados, como la Prednisona, son usados para reducir
la inflamación y suprimir la actividad del sistema inmunológico.
Son uno de los pilares de la terapéutica de las dos grandes formas de
presentación del lupus (sistémico y cutáneo), pero presentan
serios efectos adversos dosis y tiempo dependientes.
Antimaláricos ó antipalúdicos:
Son sustancias derivadas de la corteza de la chichona, poseen una alta afinidad
tisular y excreción muy lenta, ejercen su efecto terapéutico a
través de la fotoprotección y la inmunomodulación, tienen
un período de latencia antes de ejercer su efecto de aproximadamente
4-6 semanas. Ejemplo de este tipo de fármacos es el Plaquinol® (sulfato
de hidroxicloroquina) y Aralen® (fosfato de cloroquina). El primero de ellos
posee menos efectos secundarios pero a su vez menos efectividad, es difícil
de conseguir en Venezuela debido a que no es distribuido por el estado y por
lo tanto es menos usado (1). Se emplean combinados con los esteroides, vigilando
siempre sus efectos adversos oftalmológicos.
Drogas inmunomoduladoras:
estas drogas, entre las cuales se pude nombrar el Imuran® y Cytoxan®,
actúan de manera similar que los corticoesteroides, suprimiendo la inflamación
y el sistema inmunológico. Son bien conocidas sus propiedades favorables
y necesarias en los casos que requieren transplantes de órganos.
Drogas biológicas: estas
drogas incluyen agentes que bloquean la producción de anticuerpos y sustancias
específicas (infliximad y etarnecept). Se están empleando con
buena receptividad en muchos pacientes con formas graves de la enfermedad, aunque
los resultados son controversiales por enfrentarnos a una enfermedad de etiología
multifactorial.
Medicamentos para el control de
manifestaciones álgicas: Entre ellos se incluyen el uso
de vitaminas del Complejo B y de Gabapectina (Neurontin®) para los pacientes
con alteraciones neurológicas asociadas a dolor crónico en tórax.
Las personas con lupus pueden hacer ajustes en sus estilos de
vida, ya que esto los puede ayudar a combatir la enfermedad. Medidas preventivas
pueden reducir el riesgo de padecer las lesiones, entre ellas mencionaremos:
-
Evitar el exceso
de exposición al sol ó usar lociones protectoras para el sol
pueden prevenir la aparición de lesiones cutáneas como erupciones,
etc. Recordarle siempre al paciente que ?el sol es su peor enemigo?,
ya que la fotoexposición no sólo exacerba lesiones cutáneas,
también tiene efecto sistémico al incrementar los síntomas
en el LES.
- Ejercicios
regulares ayudan a prevenir la fatiga y la debilidad muscular.
- Mantener un estilo de
vida saludable, reducir el estrés, consumir una dieta balanceada y
dejar de fumar.
Las terapias alternativas
(homeopatía, aromaterapia, visualizaciones, entre otras) son altamente
discutibles por no presentar evidencias científicas concluyentes en cuanto
a sus efectos benéficos sobre la evolución de la enfermedad, aunque
no deben excluirse definitivamente, pues su efecto sobre la psiquis del paciente
tiende a ser favorable y mejorar la calidad de vida de estas personas. Es necesario
individualizar cada paciente lúpico en aras de combinar las terapias
clásicas y alternativas, aprovechando los conocimientos actuales que
nos brinda la psiconeuroinmunología. |