Acumulado Enero - Diciembre 2023 (93 - 96) 93
ISSN 1317-987X
 
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Periodismo Científico
Virus de Papiloma Humano se disemina por falta de información

Patología inconfesable


El diagnóstico del virus de papiloma humano genera una tempestad emocional, en mayor o menor medida. Las infectadas con el virus pueden sentir cómo una tormenta, que no se ve, las empapa por dentro. Algunas pueden afirmar que sólo pasó una llovizna, de ésas que apenas mojan el rostro. A otras, en cambio, el clima que envuelve la mente, no se les altera.

En el servicio médico estudiantil de la UCV, la sicoanalista Guadalupe de Gómez es quien se encarga de atender a las pacientes que se afectan emocionalmente, luego que las ginecólogas Behrenis Alfonzo y Cecilia Lozada diagnostican la infección viral.

La sicoanalista considera que la detección del VPH genera distintas reacciones, las cuales dependen de cómo se asuma la enfermedad. Sin embargo, ella afirma que el sentimiento más común es la depresión neurótica entre las pacientes.

Tal abatimiento, según explica Gómez basándose en la teoría freudiana, nace de "lo reactivo" hacia una enfermedad de transmisión sexual. Vinculado con esa respuesta emocional puede originarse un "auto-reproche", ya que las infectadas sienten que pudieron evitar el contagio de la patología, indica la especialista.

Otra de las grandes repercusiones del diagnóstico del enemigo viral es la culpabilidad, la cual llega a mitigarse si la infectada encuentra alguien a quien culpar de su enfermedad, según puntualiza Gómez.

En la Universidad Católica Andrés Bello, Valentina Silva, psicóloga que trabaja en el Centro de Atención y Desarrollo Humano del Alma Mater ubicada en Montalbán, la culpabilidad nace de "que se hizo algo indebido que no debía hacerse – las relaciones sexuales- y se asume la enfermedad como un castigo", a pesar de que eso pueda considerarse una noción absurda entre universitarios porque "es esperado biológicamente, que como personas adultas tengan una vida sexual activa".

Ella explica que el ilógico sentimiento nace del estado civil y de la moral reinante según la cual "es bueno que tengas experiencias sexuales, pero es malo que las tengas antes del matrimonio", lo cual origina un doble mensaje que culpa a los jóvenes poseedores de una patología transmitida a través de la "vía del amor".

Mientras tanto, en el territorio de la UCV, Gómez opina que el supuesto delito se cometió porque la joven transgredió la ley de "mantener relaciones sexuales, antes del matrimonio y además sin la adecuada protección"

Comunes opiniones

Las dos coinciden en señalar que las portadoras del VPH, y de cualquier enfermedad de transmisión sexual, tienen distintas reacciones ante el diagnóstico de su patología.

Para Silva cada uno de los casos varía de acuerdo con la concepción de la sexualidad, del valor que se otorga al propio comportamiento sexual y de la consciencia acerca de la enfermedad.

A pesar de que cada individuo sea distinto y por consiguiente lo sean también sus pensamientos, la psicóloga del Centro de Atención y Desarrollo Humano explica un ciclo de sentimientos general para todo infectado: primero se niega la patología y no se asume la enfermedad, luego ésta se acepta, pero acompañada de culpa, angustia y rabia.

La última reacción origina un propio desagrado y también se enfoca hacia "el individuo que lo transmitió y hacia la injusticia del mundo por la indiscriminación", según Silva.

En cuanto a la angustia, para la sicóloga de ucabistas, es un sentimiento difuso "donde la paciente se siente mal y no sabe de donde agarrarse", mientras que Gómez afirma que se trata de "una angustia de muerte" porque se relaciona directamente al VPH con el cáncer de cuello uterino, a pesar de que la infección no es sinónimo de la enfermedad, que puede llegar a ser letal.

Ambas profesionales afirman que toda infectada con el virus debe encontrar apoyo, el cual ayude a sanar la parte emocional. Sin embargo, según Silva, el diagnóstico de una enfermedad de transmisión sexual, en muchos casos, es inconfesable.

La psicóloga explica que la noción de intimidad puede enmudecer a las enfermas, quienes callan para no ser objeto de evaluación, de juicios morales y hasta para huir a una supuesta consideración de que son personas indeseables.

El miedo al rechazo hace más pesada la carga del diagnóstico del VPH. La sicoanalista de ucevistas afirma enfáticamente "que la dialéctica cura", por lo cual es necesario que las pacientes liberen de su ser sus sentimientos negativos. Por su parte, según Silva, una vez que la paciente asume su patología y se resigna, finalmente se apaciguan sus reacciones emocionales.

Introducción
El rostro del virus
Las trampas del VPH
Enfermedad de Transmisión Sexual
Patología inconfesable
Tres vidas en un solo cuerpo
VPH y Cáncer de cuello uterino
Armas para combatir la infección viral
Develemos al oculto VPH
El caso de María Mercedes
La desinformación le pesa a Paula

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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