Julio-Septiembre 2007 32
ISSN 1317-987X
 
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Artículos
 



Microbiología
Helicobacter pylori: Un Camino Al Cáncer

Determinantes de Patogenicidad de H. pylori que Influyen en el desarrollo de oncogénesis II

Adhesina de unión a grupos sanguíneos (BabA2)
Dos pasos son identificados en la patogénesis de H. pylori durante la colonización de la mucosa gástrica; éstos son la adhesión a la célula epitelial y la inducción de liberación de citocinas proinflamatorias (18). La adhesión de H. pylori a las células epiteliales gástricas es mediada por las adhesinas, entre ellas BabA que se une al epítopo B de Lewis del hospedero; ha sido postulado que la unión de BabA2 a las células gástricas puede facilitar la secreción de ciertos productos como la proteínas CagA hacia el epitelio y que está involucrada en el desarrollo de adenocarcinoma gástrico, úlcera peptica y gastritis severa (19). Las cepas BabA2 positivas contribuyen de forma directa en el proceso inflamatorio y de ésta manera es capaz de inducir un proceso neoplásico al contribuir en la secreción de citocinas proinflamatorias como IL-8 y aumentar la quimiotaxis de neutrófilos y de otras células linfocitarias. En estudios realizados, 80% de la población están infectados con cepas de H. pylori BabA2 positivos, lo cual se asocia con una inflamación crónica más intensa, presencia de atrofia y metaplasia intestinal del antro gástrico (20).
 
Hemolisinas
Son toxinas bacterianas que lisan eritrocitos a través de la disrupción de la pared celular y también son denominadas citolisinas (21). Las hemolisinas pueden lisar las membranas de otros tipos celulares, como por ejemplo, leucocitos del epitelio gástrico o células fagocíticas, lo cual produce daño tisular al haber liberación de peróxidos (22). H. pylori posee hemolisinas con diferentes funciones, lo cual depende de la composición de la membrana celular, según esto, las citolisinas, pueden clasificarse en tres categorías: enzimáticas (incluyendo las fosfolipasas PldA), formadoras de poro y surfactantes. Las citolisinas formadoras de poros, tales como TlyA, se unen primero a la membrana celular, una vez adheridas, la citolisina penetra y rompe la membrana a través de la formación de poros, lo cual conduce a alteraciones en la permeabilidad de la membrana y provoca finalmente la citólisis (23). Las hemolisinas de H. pylori contribuyen en la patogénesis de la infección. Algunas proteínas con actividad hemolítica como TlyA o PldA, pueden liberar mediadores de la inflamación y provocar agregación leucocitaria al lugar de infección y además pueden contribuir en la adhesión celular (22). Se piensa que algunos o todos los genes que confieren la actividad hemolítica a la bacteria contribuyen en las interacciones patógeno-tejido del hospedero y que las especificidades y tipos de hemolisinas con respecto a la membrana de su célula blanco son importantes en las infecciones por H. pylori en humanos y a su estadío. (24).
 
β-catenina
Es una molécula que puede estar unida a la membrana y es un componente de las uniones adherentes basadas en cadherinas o libre en el citoplasma, siendo componente de la vía celular Wnt; la unión de Wnt a su receptor (Frz) inhibe la fosforilación de la β-catenina, lo cual provoca una acumulación nuclear de la misma que conlleva a la transcripción del Factor Amplificador de células T y a la activación de genes implicados en la carcinogénesis (25). La acumulación nuclear de β-catenina está aumentada en lesiones gástricas precancerosas (26). La catenina también puede ser activada por contacto con antígenos bacterianos como CagA, pero los mecanismos que utiliza H. pylori para la acumulación nuclear y activación de la β-catenina no están bien estudiados. Cuando hay acumulación nuclear de catenina ocurre transcripción anormal de genes tumorales y mutaciones de otros que son antitumorales como p53, así mismo hay un aumento en la producción de linfocitos T que colaboran en el ataque hacia la bacteria produciendo inflamación local que puede conllevar a procesos carcinogénicos (27).
 
Flagelos
La motilidad hacia las células epiteliales gástricas es de vital importancia para la supervivencia de H. pylori. Esta función está asegurada por diferentes factores, incluyendo los movimientos en espiral por la presencia de 2 a 6 flagelos polares, cuyos filamentos son de dos tipos, codificados por FlaA y FlaB, las cuales están diseñadas para navegar por el espeso moco gástrico, a través de modificaciones eficientes de la matriz extracelular y capa mucosa, y disminución de la viscosidad lo cual permite la penetración bacteriana (28). Además la ureasa de H. pylori requiere níquel; un transportador de alta afinidad (nixA) necesario para la óptima actividad de la ureasa (29). El gen flagelar de H. pylori flbA modula la actividad de la ureasa disminuyendo la actividad por diferentes mecanismos: Disminuye la actividad del promotor de la enzima, aumentando el número de subunidades de la ureasa y también disminuye la expresión del promotor de nixA (30). Las cepas de H. pylori carentes de flbA no podrían colonizar la mucosa gástrica debido a su incapacidad para moverse (31). Los flagelos no son determinantes de patogenicidad directos de la bacteria, pero mediante mecanismos indirectos contribuyen con la patogénesis de la infección causada por H. pylori.
 
Gastrina
Se ha descrito que los pacientes con infección por H. pylori tienen incrementada las concentraciones séricas de gastrina en ayunas y post-pandrialmente, y que las concentraciones disminuyen entre 2 a 14 dias de iniciada la erradicación de la bacteria (32,33). La gastrina es otro factor implicado en la carcinogénesis relacionada con H. pylori. Esta hormona al ser segregada a la luz gástrica en respuesta a la bacteria, puede estimular el crecimiento de H. pylori y a las células G para que secreten más gastrina, bloqueando la expresión del gen p21 y sobreexpresando la proteína p53 mutada (5).  Varios estudios han demostrado concentraciones reducidas de somatostatina dentro de la mucosa antral en sujetos con H. pylori, hallazgos que sugieren que la hipergastrinemia asociada a H. pylori es secundaria a la pérdida del control inhibitorio ejercido por la somatostatina (32,34). El mecanismo por el cual H. pylori resulta en una depleción de la somatostatina antral aun debe ser dilucidado (35). El péptido liberador de gastrina (Bombesina) tiene acciones biológicas potentes, incluyendo efectos secretores y motores en el aparato digestivo. Su relación con la infección por H. pylori se pone en evidencia por estudios que señalan que la hipergastrinemia asociada con H. pylori, es estimulada y creada por la acción de la bombesina, pues una vez erradicada la bacteria, los altos niveles de esta hormona vuelvan a la normalidad (36). Algunos estudios señalan que los niveles de colecistocinina-8 en la gastritis crónica por H. pylori contribuyen a la aparición de la hipergastrinemia y a los trastornos de la motilidad (35). El incremento de gastrina durante la infección por H. pylori tiene poder oncogénico ya que produce mutaciones en genes que son supresores de tumores, lo cual conlleva a transformación celular y mitosis acelerada.

Helicobacter pylori: Un Camino Al Cáncer
Introducción
Desarrollo
Determinantes de Patogenicidad de H. pylori que Influyen en el desarrollo de oncogénesis I
Determinantes de Patogenicidad de H. pylori que Influyen en el desarrollo de oncogénesis II
Resistencia a Antimicrobianos
Factores que influyen en el desarrollo de la respuesta inmunitaria y participan en la oncogénesis
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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