Infectología
Neutropenia Febril: una revisión del tema
Infecciones fúngicas y virales
Infecciones fúngicas
Aproximadamente
7% de todos los episodios febriles durante neutropenia pueden ser atribuidos
a hongos.31 Es importante mencionar que los hongos son la principal
causa de muerte en pacientes febriles con neutropenia refractaria.1
Esta infecciones son principalmente producidas por mohos y especies no albicans
de Candida.1 Las infecciones graves por Candida
tienen opciones terapéuticas que incluyen Anfotericina B (considerando
las menos tóxicas, pero más costosas preparaciones lipídicas),
fluconazol o equinocandinas.32 La respuesta a estos agentes en el
paciente neutropénico es subóptima33 y la recuperación
de los neutrófilos es de importancia crítica en el manejo de las
infecciones fúngicas sistémicas. En pacientes neutropénicos
febriles con fiebre inexplicada y características clínicas sugestivas
de micosis sistémica, la mayoría de los médicos prefieren
el uso de anfotericina B hasta que la evaluación diagnóstica sea
completada. El fluconazol puede ser una alternativa para algunos pacientes con
falla renal o que no toleren la anfotericina B, y en quienes no se sospeche
infecciones por mohos. Nuevas antifúngicos tales como caspofungina o
voriconazol, parecen ofrecer buenas alternativas para el tratamiento de los
infecciones fúngicas en pacientes neutropénicos febriles34,
aunque estudios adicionales son requeridos para validar su uso en esta población
de pacientes.
Virus
Ciertos
virus pueden causar fiebre agudamente en pacientes inmunocomprometidos, particularmente
el virus sincitial respiratorio, adenovirus, parainfluenza y citomegalovirus
4,35 La infección sistémica debida a citomegalovirus
es una causa poco común de fiebre en pacientes neutropénicos febriles,
con excepción de aquellos que están sometidos a transplante de
médula ósea.2 |