La retractación o retiro de publicaciones científicas por
fraude, fabricación o adulteración de los datos
es motivo de preocupación en las instituciones donde se hace ciencia, así
como también entre los investigadores que hacen cuidadosamente su delicado
trabajo; el asunto preocupa a los editores de revistas biomédicas y a los árbitros
que revisan los manuscritos y emiten opinión acerca de los mismos y por último es
motivo de molestia en las instituciones, públicas o privadas que financian las investigaciones.
El fraude es
una acción contraria a la verdad que
perjudica a la persona contra quien se
comete (1); sin embargo, en el caso de los investigadores
científicos del área biomédica el perjuicio se extiende más allá de una persona,
pues compromete el prestigio de la institución donde estos trabajan y tiene
potencial para perjudicar a pacientes en quienes se aplicará o dejará de aplicar un
medicamento, dispositivo o conducta
clínica que se fundamenta en datos adulterados.
Metodología para la revisión
Para la
redacción de este artículo se hizo una revisión en PubMed de los artículos
publicados hasta el año 2016. Las
siguientes palabras clave, introducidas en idioma inglés produjeron los
siguientes resultados: retraction 34, plagiarism
32, selfplagiarism 114, ghost medical writer 29, duplicate publications 2198,
estas últimas dos palabras generaron numerosas publicaciones coincidentes y
previamente recolectadas con las palabras: retraction, misconduct, plagiarism;
así como con algunos temas no relacionados con el presente artículo. Se incluyeron para esta revisión los artículos
originales relacionados con la retractación, así como las revisiones con datos
cuantitativos y las denuncias de mala conducta ética publicadas, notas y cartas
al editor sobre casos específicos publicados y denunciados.
Tipos de fraude científico
De acuerdo
con la National Science Foundation, la conducta
fraudulenta de un científico(2),
documentada en una publicación, puede manifestarse como falsificación o
fabricación de datos.
La
falsificación es la manipulación de materiales, procesos o datos para modificar
los resultados de una investigación. La fabricación de datos es la presentación
de resultados de experimentos que no han sido realizados, con el fin de
interpretarlos o ajustarlos a los intereses del investigador.
Los datos
experimentales pueden ser manipulados de diferentes maneras como se describe a
continuación:
1) Seleccionando deliberadamente en
forma sesgada la población del estudio o la muestra extraída de ella
2) Tergiversando los resultados
3) Descartando para el análisis los
resultados que no apoyan las conclusiones
4) Presentando como representativa una
muestra pequeña que en realidad no puede demostrar significación estadística al
aplicar el método estadístico que corresponde
La ubicación del fraude científico
Los fraudes
científicos han ocurrido en muchos países y China tiene una proporción de
fraudes muy alta; motivo por el cual la revista The Lancet decidió no publicar artículos provenientes de
ese país(3). China es un gran productor de ciencia publicada en inglés,
pero aparentemente no ha podido controlar el fraude científico, el plagio ni la
existencia del llamado escritor fantasma(4). No obstante, los
grandes países desarrollados, productores de investigación original, son los
más afectados por el problema del retiro de artículos científicos.
El escritor fantasma
El escritor
fantasma de un artículo médico es
contratado con honorarios por una industria farmacéutica y su trabajo es luego publicado
en nombre de un científico prominente. Los contratantes del escritor fantasma piensan
que si aparece como autor un científico, o académico poco conocido, la credibilidad del artículo será reducida y
por esa razón mantienen su nombre en secreto o le mencionan fuera de la lista
de autores simplemente con un agradecimiento como “Editor Asistente”. El contenido de un artículo o un libro escrito
de esta manera implica que muy probablemente su contenido esté sesgado a favor
de algún producto originado en la
empresa que contrató al escritor fantasma. El escritor fantasma no arriesga
nada; lo más comprometedor es que la persona prominente que aparece como autor
ha cometido un fraude científico porque no fue él quien realmente lo escribió(5).
Código de Conducta para la Integridad
en Investigación
Con el fin
de adelantarse a la práctica deshonesta y tratar de evitarla, la Unión Europea
ha emitido el Código de Conducta para la Integridad en Investigación (2010)(6)
que compendia los criterios de mala conducta del investigador, los
procedimientos a seguir en estos casos y los aspectos éticos que debe observar
un investigador. Adicionalmente, la
conducta ética del investigador ha sido tratada periódicamente en los congresos
mundiales de integridad científica, el último de los cuales (4°) se realizó en el
año 2015.
La mala
conducta de algunos investigadores en el área de la medicina puede tener
consecuencias graves en los humanos. En
1998, Andrew Wakefield, investigador de Gran Bretaña, publicó en The Lancet un
artículo a partir de datos falsos, en el cual propuso la existencia de relación
causal entre el autismo y la administración de la vacuna triple contra
sarampión-paperas-rubeola; en consecuencia,
un considerable número de madres y padres dejaron de colocar esa vacuna a sus
hijos exponiéndoles a los daños provocados por estas infecciones virales; la revista
involucrada, responsablemente hizo el
retiro del artículo(7) con una explicación en el año 2010; pero el
perjuicio se extiende a la potencial epidemia por casos clínicos surgidos en
niños cuyas madres se han negado a vacunarles, como ha ocurrido en los Estados
Unidos. A raíz de este incidente, los
médicos y en particular los pediatras han tenido que hacer una campaña
exhaustiva para que las madres no desistan de aplicar las vacunaciones a sus
hijos.
En el año
2009, un grupo de investigadores del Centro de Investigaciones Científicas de
Granada, España, publicó en la revista Science
la invención de un chip electrónico capaz de analizar el metabolismo de un
grupo de células, el cual fue elaborado con datos falsos, lo cual motivó que la
revista antes mencionada retirase dicho
artículo(8).
Revistió también
notoriedad el caso del investigador surcoreano Woo Suk Wang (Universidad de Seúl)
que condujo al retiro de varios artículos en revistas científicas porque el Lic.
Wang fabricó datos acerca de la clonación de líneas celulares humanas a partir
de células pluripotentes, obtenidas de
blastocistos. Los hechos fueron
denunciados por el Dr Schatten de la Universidad de Pittsburg, EEUU. Adicionalemente, se descubrió que Wang
presionó a sus becarias indirectamente para que donaran sus óvulos, a fin de
llevar adelante sus investigaciones. En
2006, la revista Science ordenó la retractación de los artículos publicados por
el Dr Hwang y sus colaboradores(9).
En el año
2006, el Dr Jon Sudbo del Hospital Radiológico de Oslo, Noruega, falsificó e
inventó datos acerca de la eficacia del celecoxib y el erlotinib en el cáncer
oral(10); el hospital donde trabajaba le retiró del cargo, la
Universidad de Oslo le retiró el título de médico y la revista J Natl Cancer
Inst, escribió un artículo denunciando el fraude científico cometido.
En 2010 fueron objeto de retractación varios
artículos en los cuales participó el investigador Suresh Radhakishnan, relativos a investigaciones realizadas en la
clínica Mayo (Rochester, EEUU) con datos fraudulentos de investigaciones en el
área de la inmunología(11); en este caso particular, siete
artículos fueron retirados y lamentablemente numerosos autores (investigadores)
fueron afectados por esta persona.