Julio-Diciembre 2008 36
ISSN 1317-987X
 
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Psiquiatría
El hombre de los lobos: Una aproximación gestáltica a un paciente de Sigmund Freud

Introducción

Estoy teniendo la osadía de escribir este ensayo a 150 años del nacimiento del padre del psicoanálisis, y por consiguiente el abuelo de todas las psicoterapias que se han construido a la sombra protectora de sus enseñanzas, o al calor del fuego de la hoguera en que muchos han pretendido hacer arder sus aseveraciones. Aquí estoy, dispuesto a arriesgar algunas conclusiones, que se que serán del agrado de unos pocos y, para otros no constituirán mas que la prueba de la grosera superficialidad y obtusa penetración con que los humanistas abordamos el trabajo clínico con nuestros pacientes. Y para aumentar mis angustias voy a referirme, ni más ni menos que, al trabajo que muchos psicoanalistas consideran el caso clínico más completo, mejor elaborado y mejor descrito de su principal mentor; y que otros muchos han tachado de manipulación y aún hasta de fraude. Sergei Constantinovich Pankejeff, el "hombre de los lobos", así conocido por un sueño que tuvo a la edad de cuatro años y que fue extensamente analizado por Freud, fue tratado inicialmente por el reconocido psiquiatra alemán Emil Kraepelin, quien le realizó el diagnostico de "locura maniaco-depresiva", y logró, dicho sea de paso, pocos avances en el tratamiento que aplicó. Un año más tarde, en 1910, Sergei inicia un tratamiento psicoanalítico con Freud, contaba para el momento con 23 años de edad, culmina su análisis en 1914. Al respecto nos dice Freud: "Le di de alta, completamente curado, a mi juicio, pocas semanas antes de la inesperada explosión de la guerra mundial...".1 Sin embargo el paciente inicia un segundo tratamiento con Freud, de Noviembre de 1919 a febrero de 1920. "Acudió entonces a Viena, y me informó de un afán, que le había sobrevenido poco después de terminada la cura, por librarse de la influencia del médico. En unos meses de trabajo se logró dominar un fragmento de la transferencia todavía no superado".2


Sergei Constantinovich Pankejeff en la infancia


Casi siete años mas tarde acude nuevamente a Freud quien, ya enfermo, le remite a la Dra. Ruth Mack Brunswick, paciente, discípula y amiga personal suya. Esa nueva etapa de su tratamiento duró de octubre de 1926 a febrero de 1927, y fue en esta ocasión diagnosticado como un cuadro de "paranoia de tipo hipocondríaco", Presentaba un nuevo tipo de síntomas que justificaban tal giro diagnostico. Esta analista, afirma que: "La fuente de la nueva enfermedad consistía en "un residuo no resuelto de su transferencia que después de 14 años y bajo la presión de circunstancias peculiares constituye la base de una nueva forma de la vieja enfermedad".3

La polémica ha sacudido la historia de este paciente y su tratamiento desde que fue publicado, y no la ha abandonado ni un solo instante. Muchas personas aseguran que Freud fue victima de su deseo de defender su paradigma de los ataques que recibió la teoría psicoanalítica por parte de dos de sus más apreciados discípulos. Al respecto nos dice el mismo Freud:"Escribí el presente historial clínico recién terminado el tratamiento del caso, en el invierno de 1914 a 1915, y bajo la impresión de las alteraciones que en los resultados psicoanalíticos intentaban introducir C. G. Jung y Alfred Adler". 4

Se asegura que a fin de sostener sus concepciones contra las innovaciones postuladas por estos discípulos, tuvo Freud que forzar intelectualmente el análisis del caso del hombre de los lobos para encajar de alguna manera la sexualidad infantil y la escena primaria de una manera que, a juicio de varios de sus detractores, resulta traída por los pelos. Y como prueba utilizan las mismas palabras de Freud: "Se discute, pues, la importancia del factor infantil. Nuestra labor consistirá en hallar un ejemplo práctico que pueda demostrar tal importancia sin dejar lugar alguno de duda. Tal ejemplo es precisamente el caso patológico que vamos exponiendo tan detalladamente". Vemos pues la importancia y el valor que otorgaba el padre del psicoanálisis a este caso. Otros psicoanalistas, en particular los seguidores de Jacques Lacan, aseguran que las discrepancias entre Freud y Ruth Mack Brunswick, en relación al diagnostico y al material por ellos expuesto, arrojan dudas que cuestionan los aportes obtenidos a través del análisis de este. ¿Puede una estructura obsesiva dar lugar a una posición paranoide?, se preguntan. ¿Estaba ya ésta en el primer análisis sin que Freud se hubiese percatado de ello?, o quizás Freud encontró en este hombre lo que necesitaba encontrar, argumentos contra Jung y Adler, y la Dra. Mack Brunswick un área inexplorada por su maestro en la que moverse con comodidad. Otros han objetado la técnica utilizada por Freud y Mack Brunswick. El primero de ellos advirtió a Pakejeff que el tratamiento tendría una duración determinada y que al término de esta el análisis seria suspendido sin importar la fase a la que hubiese llegado, asegura Freud que ante tal presión cedieron su resistencia y su fijación a la enfermedad, esta intervención ha sido criticada por algunos psicoanalistas aunque estoy seguro de que hubiese sido muy bien mirada por los psicoterapeutas sistémicos, si en ese entonces hubiese existido alguno.

Sergei Pankejeff y su esposa


También ha sido reprochada la generosidad con que ambos analistas regalaron, a un Serjei Pankejeff empobrecido por la guerra, una buena cantidad de meses de análisis, además realizaron colectas para mitigar las penurias de este paciente por varios años, practica que continuó realizando la asociación psicoanalítica muchos años después de la muerte de Freud. Tal proceder no estaba muy en consonancia con la neutralidad terapéutica que promulga la rigurosa técnica psicoanalítica. La periodista Karin Obholzer, quien entrevistó a Pankejeff en su vejez, asegura que Sergei responsabilizó a Freud por la pérdida de su riqueza, este pensaba que si hubiese viajado a Rusia en los momentos de su análisis habría podido salvar algo de su fortuna. Le dijo Pankejeff a Obholzer: "Fui muy tonto al escuchar a Freud y permanecer en Viena. (...) No le recrimino nada. Le recrimino que no me dejara viajar".1

También sugiere esta autora que el regalo de las sesiones y las colectas bien pudieron corresponderse a un sentimiento de culpa de Freud. A propósito de esta generosidad psicoanalítica reflexiona Lacan "¿No se comprende sin embargo que admitir un sujeto mantenido a costa del pritaneo del Psicoanálisis, a causa del servicio que hacía a la ciencia en cuanto caso, es también instituirlo decisivamente en la enajenación de la verdad?".2

Por otra parte, es criticada la posición de algunos integrantes del movimiento psicoanalítico como Muriel Gardiner, discípula indirecta de Freud y analizante de Mack Brunswick, quien instó a Pankejeff a escribir sus memorias. "Ellos me utilizaron como un caballo de desfile. El libro debería demostrar en realidad que el psicoanálisis puede curar un caso tan grave".3 Le dijo el hombre de los lobos a Karin Obholzer y también: "Si al menos los discípulos del psicoanálisis después de Freud no se hubieran apoderado de mí".4

En el libro "Conversaciones con el Hombre de los Lobos" Obholzer asegura que las técnicas utilizadas por Freud en el análisis tenían la intención de demostrar su teorías mas que la de producir la cura en su paciente. Asegura esta autora que declaro Pankejeff: "[Freud me dijo:] no critique y no piense en eso, y no busque contradicción, acepte más bien lo que le digo, y la mejoría vendrá por sí sola". Basándose en las notas de Ruth Mack Brunswick, algunos críticos aseveran que el tratamiento aplicado por Freud a Pankejeff le causo un grave daño. Ser el caso más famoso, ser el Hombre de los lobos, ser el héroe de la novela de Freud fué para él insoportable y destructivo. Mark Brunswick relata un síntoma que Sergei padecía en la época en que ella lo analizó: "No podía leer novelas, actividad que en otros tiempos le proporcionaba el mayor placer. No soportaba la identificación con el héroe, el cual, al ser creado por el autor, quedaba totalmente en poder de este último. Y como tampoco podía identificarse con el autor, su único camino era la inhibición".5

En el libro "El Hombre de los Lobos por el Hombre de los Lobos" Muriel Gardiner hace una síntesis retrospectiva de los beneficios aportados por el psicoanálisis a Sergei Pankejeff. "Después de su análisis con Freud, el Hombre de los lobos completó en breve tiempo sus estudios, se diplomó en Derecho y obtuvo la correspondiente licencia para ejercer. Tras haber salido de Rusia y haber perdido todo lo que poseía, consiguió trabajo en una compañía de seguros, para empezar en un puesto subordinado que debe haber sido difícil de aceptar para un hombre que había sido rico y a quien habían servido toda la vida. Fue progresando continuamente en su trabajo y, por más que nunca le resultó interesante, fue capaz de mantenerlo fielmente durante treinta años hasta jubilarse. Llegó a casarse y mantuvo a su mujer durante los veintitrés años de su matrimonio...".6

Puede que no suene a gran cosa si pensamos en Sergei como una persona con una neurosis obsesiva, sin embargo tratándose de alguien tan perturbado, tan cercano a la psicosis, como reveló posteriormente el análisis realizado por Ruth Mark Brunswick, podría decirse que el tratamiento recibido de sus dos psicoanalistas le permitió tener una vida.


Sergei Pankejeff y familia


De todas maneras es muy difícil complacer a todo el mundo así que en las propias palabras de Pankejeff la evaluación del tratamiento luce mucho menos optimista "En este momento soy un oficinista burocrático ciento por ciento, precisamente lo que siempre desprecié".7


¿Que ha pasado, pues, con este caso? que ha servido tanto para apuntalar la teoría psicoanalítica, como para que en 1990 Freud hubiese sido propuesto para ingresar al Subcomité para la Investigación del Fraude Científico de la Fundación Nacional de la Ciencia estadounidense. ¿Qué ha pasado, pues conmigo?, que acepté esta difícil posición de psicoterapeuta humanista que revisa tan polémico historial y a 80 años de distancia pretende, aun, tener algo que decir.




Continua: El método

El hombre de los lobos: Una aproximación gestáltica a un paciente de Sigmund Freud
Introducción
El método
A propósito de la psicoterapia gestalt
La historia del caso clínico
De un trastorno obsesivo-compulsivo a uno psicótico a través del ciclo de autorregulación organísmica (a)
De un trastorno obsesivo-compulsivo a uno psicótico a través del ciclo de autorregulación organísmica (b)
La hipótesis
El trabajo con el material clínico
El trabajo con el sueño de los lobos
Epílogo
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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