Julio-Diciembre 2008 36
ISSN 1317-987X
 
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Psiquiatría
El hombre de los lobos: Una aproximación gestáltica a un paciente de Sigmund Freud

El trabajo con el sueño de los lobos

Freud solía declarar que para el psicoanálisis los sueños eran la vía regia al inconsciente, para los terapeutas gestálticos los sueños son la vía regia a la integración. Los sueños muestran diversos fragmentos de la personalidad del paciente, y a través del trabajo de los sueños se busca que el individuo adquiera mayor conciencia de sus polaridades, las reconozca y facilitar su integración. Otto Rank fue el primero en asegurar que cada elemento del sueño se corresponde con una parte o fragmento de la personalidad total del soñante y, es evidente que él influyó enormemente en las ideas de Fritz Perls. Para el psicoterapeuta gestáltico el sueño no tiene un significado unívoco al que se accede a través de un método hermenéutico. Perls señalaba que el sueño era una interrelación o un dialogo entre diversas partes de la personalidad del soñante, algunas de las cuales se encuentran disgregadas y deben ser integradas. El sueño es visto, también, como un mensaje existencial que puede ser entendido reviviendo y actuándolo en el momento presente. Perls declaraba que: "cuando más nos abstengamos de hacer inferencias y de decirle al paciente lo que significan sus sueños y lo que significa lo que está sintiendo, más posibilidad habrá de que lo descubra por sí mismo sin atenderse a nuestros conceptos o proyecciones". "Los sueños son un mensaje existencial... son un mensaje de uno para sí mismo, para aquella parte del Yo que quiera atenderlos. Los sueños son probablemente la expresión más espontánea del ser humano".42


Dibujo del sueño de los lobos hecho por Pankejeff



El sueño que le dio a Serguei Pankejeff el seudónimo del hombre de los lobos fue contado por él a Freud de la siguiente manera. "Soñé que era de noche y estaba acostado en mi cama (mi cama tenia los pies hacia la ventana, a través de la cual se veía una hilera de viejos nogales. Se que cuando tuve este sueño era una noche de invierno). De pronto, se abre sola la ventana, y veo, con gran sobresalto, que en lasa ramas del grueso nogal que se alza frente a la ventana hay encaramados unos cuantos lobos blancos. Eran seis o siete totalmente blancos, y parecían mas bien zorros o perros de ganado, pues tenían granes colas como los zorros y enderezaban las orejas como los perros cuando ventean algo. Presa de horrible miedo, sin duda de ser comido por los lobos, empecé a gritar..." Y luego añade que la niñera acudió a ver que ocurría y que solo se tranquilizo y volvió a dormirse tras largo rato. "El único movimiento del sueño -dice- fue el de abrirse la ventana, pues los lobos permanecían quietos en las ramas del árbol, a la derecha e izquierda del tronco, y mirándome. Parecía como si toda su atención estuviera fija en mí... -mas tarde agrega- tendría por entonces tres o cuatro años, cinco a lo mas. Desde esa noche hasta mis once o doce años tuve siempre miedo de ver algo terrible en el sueño".

Los elementos del sueño:

Lo primero que hacemos en psicoterapia Gestalt para abordar el trabajo de un sueño es determinar con precisión cuales son los elementos de este, sabiendo que cada uno de ellos representa directa o simbólicamente una parte de la personalidad del soñante. En el sueño que nos ocupa encontramos:

- Los lobos (cinco en el dibujo, seis o siete en el relato).

- El nogal.

- La ventana.

- El niño.

- El invierno.

- La noche.

- La cama.

- El Movimiento (notado por su ausencia)


El trabajo del sueño:

Como mencione anteriormente, le pedí a un estudiante en supervisión que asumiese el rol de Pankejeff y dramatizara conmigo el trabajo de este sueño. El alumno en cuestión no conocía este caso de Freud y nunca había estado en contacto con ningún material relacionado con este. Le conté la historia clínica y la historia personal de Serguei y procedimos revisar este sueño.

- ¿Cual es el elemento del sueño que te llama más la atención? -le pregunto a mi estudiante-

- Los lobos naturalmente -responde enfático.

- A mi me hace mucha figura la ventana. ¿Qué te parece si trabajamos primero con los lobos y luego con la ventana? -le propongo.

- No tengo inconveniente siempre y cuando no dejemos de fuera del trabajo la figura del nogal.

- Bien. Siempre en presente asume el rol de los lobos o del lobo que te interese mas, descríbete y luego cuéntame el sueño desde ese personaje -le pedí.

- Soy un lobo, uno pequeño, el del medio en la parte derecha del dibujo, creo... si ese. Soy un lobo blanco... aunque parezco un zorro o tal vez un perro por la cola y las orejas. Es muy curioso pues los lobos son... somos depredadores que estamos siempre en manada siempre juntos. -Se detiene y piensa un rato, con expresión seria...

- ¿Qué ocurre? -le pregunto.

- No se hay algo que me incomoda.

- ¿Algo cómo qué?

- No se... no estoy seguro.

- ¿Qué sientes en este momento?

- No se me esta dando rabia o algo así... si rabia -corrobora- solo un poco.

- ¿Con que asocias esa rabia ahora? -indago.

- Bueno. Metido dentro del personaje del ruso, me molesta que seamos cinco subidos a este árbol todos juntos como papa dice... siempre insistiendo en que me lleve bien con mi hermana, en que somos una familia que debe permanecer unida y él se la pasa viajando, siempre ausente... ¿ves? -dice luego de pensar un rato- en el árbol estamos cinco, mi madre, mi hermana y yo de un lado y del otro la niñera y la institutriz esa. Pero él no esta. En el cuento del sueño son seis o siete... uno debe ser él que no esta nunca.

- ¿Y el otro? -le pregunto.

- Pues no lo se muy bien... tal vez alguien que no esta pero que yo quiero que esté, como un hermano varón con quien poder compartir en vez de la sádica hermana esta. Sabes esto es como un pequeño árbol genealógico.

- Está bien. ¿Quieres continuar?

- Si claro. -Piensa un rato y sigue- bueno los lobos somos depredadores, cazamos en manada, pero somos mas que criaturas feroces... somos vulnerables como los zorros y también como los perros, somos... mansos... y amistosos, al menos los del sueño, ellos hacen su trabajo, son pastores, ayudan a la gente. Entonces estoy en el árbol con mi familia y de repente se abre una ventana en la casa frente a nosotros. Miramos hacia adentro y vemos un niño humano que se despierta y se asusta estaba aterrorizado porque creyó que lo íbamos a comer, pero nosotros no nos movimos, no queríamos comerlo, solo lo miramos, creo que esa parte de zorro que tenemos dentro de nosotros le temía a él, pues los humanos cazan zorros por diversión... Bueno eso creo, algo de miedo... además me siento raro, como fuera de lugar, estamos sobre un árbol y no se supone que estemos aquí, los lobos no somos trepadores.

- ¿Qué tiene que ver eso contigo en este momento? -le pregunto al verlo serio y reflexivo viendo hacia la pared sobre mi hombro.

- En realidad -me dice seriamente- creo que trato de parecer un lobo muchas veces, pero es para protegerme, para que no me maltraten o abusen, pues tengo aspectos o momentos muy vulnerables.

- ¿Cómo los zorros? -le pregunto.

- Si como los zorros, y también soy una persona útil que hace su trabajo, al igual que el perro... se me ve en las orejas -dice sonriendo y tocando la punta de sus orejas- hago mi trabajo que esta relacionado con cuidar y ayudar a la gente... creo que soy así un poco feroz y amenazador, pero tengo otras partes... me disfrazo de lobo pero bajo el disfraz soy vulnerable y colaborador ¿ves? Me gusta estar con los míos y también curiosear en la vida de los demás, como viendo por esa ventana, pero para ayudar y tapando mis partes vulnerables con mi disfraz de... pero eso ya no es del ruso ese, creo que me estoy metiendo por donde no es... -se interrumpe.

- ¿Quieres continuar con el experimento? -le pregunto al verle callado y reflexivo.

- Si, no pasa nada solo que no me resulta fácil, mantener el papel.

- No tienes que obligarte a nada, solo deja afloraran lo que surja espontáneamente y...

- Bueno voy -dice interrumpiéndome- Los lobos en el árbol me remitieron a mi divorcio. Mi ex-esposa decía que no podía satisfacer a ninguna mujer pero, si he podido, hago cosas que se supone no puedo hacer y mientras lo hacia pensaba: "bruta, ojala me estuvieses viendo ahora"... Ahora si no quiero seguir -se interrumpe-... bueno es como si el sueño le dijese al niño eres un lobo que puedes hacer cosas fuera de los común, cosas que la gente cree que no se pueden hacer... no temas hacer lo que te dicen que no puedes hacer... atrévete no hay peligro deja que salga esa rabia nada va a pasarte. Ya está bien. Quiero darle a la ventana que te gusto a ti.

- ¿Estas seguro de querer cambiar a la ventana?

- Si ya terminé con los lobos. -Piensa por largo rato y luego exclama- ¡Oh por Dios soy una ventana... una ventana del cuarto de un niño. Debo estar cerrada para protegerlo del frío del invierno y de otras amenazas y sin embargo me abro de par en par y... lo expongo a sus temores. Afuera esta el peligro, están los lobos...

- ¿Cómo te sientes con ello? -le pregunto al verlo consternado.

- Me siento un poco desconcertado... creo que hay algo mas. Tengo una sensación como de euforia. Debería sentir miedo o culpa por exponer así a un niño al peligro.

- Me importa mas en este momento saber que es lo que estas sintiendo que lo que deberías sentir -digo para centrarlo en el trabajo.

- Es una especie de excitación, creo que me alegra abrirme así... me parece que es necesario... no entiendo mucho esto -dice mirándome con sorpresa.

- Completa la frase "abrirme es necesario para..."

- Abrirme es necesario para ver los peligros de mi entorno.

- Continua -le pido.

- Abrirme es necesario para conocer el mundo tal como es. Abrirme es necesario para darme cuenta de que a lo que le tengo miedo no es en realidad tan peligroso. Eso parece ser... si en el sueño me abro para que... es decir: mis defensas se abren para que pueda ver que lo que me asusta no es tan peligroso. La ventana es como los ojos, abrir los ojos al mundo exterior y dejar de estar encerrado adentro. Caramba esta vaina tiene mas que ver conmigo que con el ruso Sergei. Estoy pensando que luego de mi divorcio he estado asustado de salir y relacionarme con otras mujeres y ahora veo que acepte imprudentemente una salida con unos amigos y una chica que me cuadraron, como si fuese una ventana que se abre de golpe, pienso que tal vez las mujeres no sean esas lobas que aparentan... o esas zorras o esas perras -se ríe con una sonora carcajada- prefiero dejar eso así y seguir con el experimento del ruso, esto es material para mi terapia.

- Como digas ¿con que seguimos?

-Bueno las ventanas no solo sirven para ver hacia fuera. También se ve fuera hacia adentro. Creo que tengo miedo de que mi familia, esos cinco... madre, padre, hermana, niñera y la institutriz vean dentro de mí. Me da miedo que esa gente amenazadora, como lobos, se dé cuenta de lo que siento, de las emociones que llevo por dentro, de la rabia, el miedo y eso, aunque no parezca que fueran a reaccionar mal no quiero que miren dentro de mi, me espanta que me descubran. Ahora si cambiamos.

- ¿Con que seguimos? -le pregunto.

- Con el nogal o con el niño. Me parece que son como polaridades. El nogal es fuerte y sólido. Aunque esta sin hojas por el invierno me parece que es fuerte y confiable... es decir soy fuerte y confiable como un roble o como un nogal.

- Parece que te encuentras cómodo con el nogal -señaló al ver la expresión de complacencia de su rostro.

- Si yo soy como el nogal. Soy fuerte y confiable, resistente. Sostengo a mi familia, no se caen. Además en mi se integran todas estas partes que tienen los lobos, las partes feroces, las colaboradoras y las vulnerables soy así... estoy completo.

-¿Y el niño?

- Está, es decir estoy desprotegido, vulnerable, necesito a los demás y les temo. Me encierro para que no me lastimen o me destruyan. Creo que soy así muchas veces, con frecuencia sobredimensiono las cosas... Creo que me van a comer y luego nada es tan dramático como lo veo. ¿Sabes?

- ¿Qué?

- Creo que este experimento del ruso de Freud no nos esta saliendo bien.

- Yo creo lo contrario le digo sonriendo- creo que va de maravilla. ¿Qué piensas que esta diciéndote este sueño? ¿Cuál es su mensaje existencial?

- Creo que hace referencia a que no me defienda tanto, que lo que temo no es tan peligroso que si abro la venta, es decir si dejo de defenderme veré que nada va a pasarme porque soy sólido y fuerte, no solo frágil y vulnerable, sino también sólido y fuerte. Soy las dos cosas... y en el caso de Sergei parece hacer alusión a que no debe temer a la rabia que siente contra su padre y contra su hermana ya que si deja afuera a la rabia también excluye la ternura y la cooperación todas esas partes juntas se equilibran tienen armonía y no son peligrosas.

- Dale un final a ese sueño -le digo a modo de invitación.

- Eso es fácil. El niño se tranquiliza, es decir me tranquilizo miro un rato a los lobos por la ventana y luego la cierro para evitar el frío y me duermo de nuevo después de agradecerles que me estén cuidando ahí afuera. O mejor aun salgo por la ventana y subo con ellos al árbol, me uno a la gente, a la manada, a mi familia y al mundo.

- Por cierto ¿recuerdas algún cuento infantil con lobos? -le pregunto para corroborar si lo asocia con los mismos cuentos infantiles con los que lo relaciono Freud cuando realizó el análisis a Pankejeff (el lobo y los siete cabritos y la Caperucita en ese caso)

- Si el lobo y los tres cerditos, pedro y el lobo y.. bueno hay muchos? ¡ah! también Caperucita y el Lobo Feroz.

Naturalmente el trabajo de este sueño esta teñido de la particularidad de no ser hecho con el soñante, y además de estar siendo trabajado con un psicólogo en formación como psicoterapeuta, que conoce muy bien la forma en que se maneja un contenido onírico en psicoterapia Gestalt. Sin embargo, resulta altamente ilustrativa la manera en que aun con un material onírico "prestado" el sujeto comienza a hacer elaboraciones relacionadas con su propia existencia, las dota de significado y estas le remiten a su propia vida. De ellas extrae reflexiones plenas de sentido que le permiten reestructurar su realidad al hacerse parte de su experiencia.




Continua: Epílogo

El hombre de los lobos: Una aproximación gestáltica a un paciente de Sigmund Freud
Introducción
El método
A propósito de la psicoterapia gestalt
La historia del caso clínico
De un trastorno obsesivo-compulsivo a uno psicótico a través del ciclo de autorregulación organísmica (a)
De un trastorno obsesivo-compulsivo a uno psicótico a través del ciclo de autorregulación organísmica (b)
La hipótesis
El trabajo con el material clínico
El trabajo con el sueño de los lobos
Epílogo
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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