La sintomatología
de Sergei Pankejeff puede ser explicada como el resultado de una interrupción
del flujo de excitación a través del ciclo de autorregulación. La excitación correspondiente
a una o varias emociones, entre las que, en este caso, la rabia parece ser la
más probable. La rabia es una emoción natural y ha de manifestarse también en
forma natural. Sin embargo esta emoción es frecuentemente reprimida desde la
infancia trayendo con tal represión una gran cantidad de síntomas resultantes
de la perdida de la naturalidad de la función. La persona reprime la rabia
cuando se ve amenazada por otra emoción poderosa, como el miedo, la vergüenza o
la culpa. Si la rabia es bloqueada, se interrumpe el flujo de la energía o
excitación que esta conlleva y comienzan a aparecer las manifestaciones de esta
interrupción en la forma de diversos síntomas que pueden ser catalogados de
neuróticos y en ocasiones como psicóticos. Inicialmente Sergei es un niño pasivo,
indiferente, dócil, desinteresado y aislado. Pensamos que siente rabia hacia la
madre por abandonarlo a causa de su enfermedad, hacia el padre por preferir a
la hermana, hacia la hermana porque lo maltrata y lo asusta y hacia la
institutriz inglesa por ser rígida y por maltratar a "la Chacha".
Luego reprime
esta rabia, probablemente por
sentimientos de culpa, ya que a través del relato del caso Freud hace notar la
tendencia a la manipulación de la madre y el juego familiar de manipulación y
culpa "...toda
conversación entre ellos [Sergei y su madre] sobre cuestiones de dinero
terminaban por parte de él con violentos reproches, en los que acusaba a su
madre de no quererle, de ponerse a ahorrar a costa suya y de desearle la muerte
para disponer independientemente de todo el dinero. En estas ocasiones, la
madre proclamaba llorosa su desinterés hasta que su hijo se avergonzaba, (diría
yo que es culpa mas que vergüenza) y afirmaba con toda razón no haber pensado jamás
realmente tales cosas, pero con la seguridad de repetir la misma escena en la
ocasión siguiente".44
La rigidez de este guión hace pensar que
pudo haberse instaurado tempranamente en la infancia de Sergei. Repentinamente durante una ausencia de sus
padres comenzó a presentar accesos de rabia descontrolada "se mostraba
descontento, excitable y rabioso, todo le irritaba y en tales casos gritaba y
pateaba salvajemente".45 Esta irritabilidad parece ser una
actuación directa de la rabia en forma impulsiva y explosiva, la represión de
la emoción es parcial y por tanto esta se sale de control y el niño explota
frecuentemente. Su madre comienza a "ayudarlo" enseñándole la Historia Sagrada,
iniciando así una rígida etapa de represión a través de la culpa. Cuando
aumenta la represión de la rabia esta parece desaparecer. Pero sabemos que en
estas ocasiones comienzan a materializarse fuertes impulsos auto-agresivos por
medio de un mecanismo de resistencia al contacto conocido como retroflexión,
que recuerda muy cercanamente a la vuelta del instinto contra el yo, lo que
equivale a decir que la persona se hace a si misma lo que desearía hacer a los
otros.
Entonces, para defenderse, desvía o deflecta estos impulsos hacia
rituales compulsivos y pensamientos obsesivo. Como ya mencioné anteriormente
deflectar es desviar una parte de nuestra actividad, pensamiento o sentimientos
lejos del contacto con el ambiente y con los otros, hacia situaciones, pensamientos o actividades más neutras o menos
amenazadoras. La presencia de la retroflexión es más que una inferencia de mi
parte puesto que es justamente en ese momento en que aparece el sueño de los
lobos en el que teme ser mordido o devorado. La mordedura es una manifestación
agresiva de la rabia muy común en los niños, que aparece en este caso como
evidencia de un impulso de autoagresión que una parte de la personalidad
representad por los lobos, amenaza con ejercer sobre él. Hasta ese momento la interrupción
ocasionada por estos mecanismos de resistencia detiene el flujo de la
excitación luego de la fase de acción en el ciclo de autorregulación, es decir
que la emoción es colocada en el entorno en forma de un comportamiento, el acto
de besar las imágenes religiosas que es una forma deflectada de manejar la
rabia. Pero cuando la deflexión no puede dar cuenta de estos impulsos agresivos
y auto agresivos o de parte de ellos, entonces los proyecta, en Dios y la
Santísima Trinidad, luego de la etapa de acción y basado en el material del que
le ha provisto la madre, esto lo paraliza, le deja sin acción hacia el medio, y
se siente perseguido por estos creyendo que le van a hacer mendigo o invalido,
lo cual termina ocurriendo puesto que pierde toda su fortuna y ha de vivir por
muchos años de la buena pro de la comunidad psicoanalítica.
"En realidad, un psicoanalista, según Freud,
debía ser una especie de Dios". 46 Decía Sergei a la periodista Obholzer,
además le responsabiliza de su ruina, pues tenia la duda de que de haber
viajado a Rusia en la época de su psicoanálisis quizás hubiese podido rescatar
parte de su patrimonio "Fui muy tonto al escuchar a Freud y
permanecer en Viena. (...) No le recrimino nada. Le recrimino que no me dejara
viajar".47 ¿Será esto una profecía auto-cumplida? En
la que un Dios: Freud, le arruino y lo convirtió en alguien que ha de vivir de
la caridad. En todo caso es una forma más de proyección. En este momento la proyección, en la cual
la excitación es desviada hacia la Santísima Trinidad, Dios o Freud, ocasiona
una interrupción que ocurre antes de la etapa de acción, y se queda solo en el
pensamiento, y en el temor obsesivo paralizando al paciente. Esta se alterna
también con una forma de proyección de la rabia posterior a la fase de acción,
entonces maltrata y atormenta a animales pequeños y fantasea que maltrataba a
un caballo. Después empieza a despedazar insectos. Coloca también su odio en
los lobos de los que, luego, teme fobicamente ser mordido o devorado. Vemos
simultáneamente como al no ser resuelta la rabia, esta comienza a parecer mas
directamente en sueños en los que maltrata a la hermana y a la institutriz y es
a su vez castigado por ello. Lo que llama la atención es el fracaso de los
mecanismos de resistencia la contacto que progresivamente han de ser
sustituidos por otros más inmaduros, o combinarse y aparecer en etapas cada vez
más tempranas del ciclo de autorregulación organísmica, hasta que aparecen
síntomas desorganizados y psicóticos. El
caso de Segei Pankejeff parece ser muy complejo. Desde temprano aparecen
síntomas que se corresponden a daños más importantes en la forma en que este
integra la experiencia. Cerca de los cinco años tuvo una alucinación en la que
vio uno de los dedos de su mano mutilado, mientras jugaba con una navaja.
Esta
alucinación fue productora de una gran angustia, y muestra que no se han
resuelto los impulsos auto-agresivos de la rabia retroflectada.. Luego por la
intensificación de este mecanismo, la suma de la proyección, y ambos ocurriendo
en etapas muy tempranas del ciclo de autorregulación, la rabia se vuelve
desestructurante y comienza, entonces a imaginar la autodestrucción que se
manifiesta en esta alucinación del dedo cortado. Pankejeff es incapaz de contener
o controlar las consecuencias de la rabia, que empuja para ser elaborada
volcándose en el entrono en busca del contacto efectivo. Por ello, como ultimo
recurso sustituye el ambiente por contenidos mentales de carácter alucinatorio.
Este mecanismo recurre cíclicamente con
distintos grados de severidad durante la vida de Pankejeff. Cuando en octubre
de 1926 el paciente recurre nuevamente a Freud y este, enfermo ya, le remite a
Ruth Mack Brunswick, presentaba nuevamente un síntoma que podría ser catalogado
como psicótico y que Mack Brunswick califica como "idea fija hipocondríaca".
Suponía tener un daño en la nariz aparentemente muy visible y completamente
incurable, que consistía en una cicatriz, un agujero o una fosa de la que
responsabilizaba a un conocido dermatólogo, al igual que responsabilizaba a
Freud de la perdida de su fortuna. En esta actitud vemos, de nuevo, la
combinación de retroflexión y proyección ocurriendo antes de la etapa del darse
cuenta. Estos mecanismos de resistencia aun combinados son apenas capaces de
contener la presión de la excitación producida por los sentimientos de rabia.
En tales situaciones la aparición de síntomas psicóticos e incluso de brotes
más estructurados en la forma de una constelación configurada en un cuadro
nosológico no es algo extraño. El sujeto incapaz de hacerse cargo de la
interacción entre su self perturbado y el entorno en que se desenvuelve,
comienza a desconocer la realidad proyectando masivamente contenidos
pertenecientes a su mundo interno para sustituir el medio que lo contiene y que
no puede ya tergiversar, el medio en que ha de colocar las emociones que se
revuelven en su interior. Así sustituye
su realidad por otra de su propia creación en la que las ideas delirantes y las
alucinaciones son los materiales de construcción y en la que puede dar
expresión a sus emociones en un entorno irreal donde el contacto es menos
amenazador.
El último período de su análisis fue, en
términos de alcanzar algún equilibrio, el más productivo. Un hombre muy
perturbado con alteraciones en el contenido del pensamiento en la forma de idas
delirantes paranoides, hipocondriacas y de grandeza; alteraciones en la
percepción de su esquema corporal de carácter alucinatorio, grandes cambios en
su comportamiento y una actividad onírica frenética que permitió el análisis de
quince sueños en poco menos de cinco meses, termina alcanzando un equilibrio
que se mantuvo mas o menos estable por el resto de su vida. Una importante diferencia entre la forma
de comprensión propia de la psicoterapia Gestalt y la del psicoanálisis es, que
los psicoterapeutas gestálticos no creemos que un cuadro como el presentado por
el paciente que nos ocupa se deba exclusivamente a las emociones y conflictos
surgidos en el periodo de su infancia. Situaciones como las vividas por
Pankejeff en su vida temprana se suman tal, como Freud mencionaba al describir
las series complementarias, con los factores constitucionales para crear un
patrón general de respuesta que surge ante situaciones similares a los largo de
gran parte de la vida de los pacientes, y que es afectado y modificado de
diversas maneras por cada una de estas situaciones estableciéndose como un
patrón rígido, haciéndose cada vez mas complejo o en ocasiones encontrando una
solución en forma espontánea.
Durante el curso de la vida de Pankejeff
parece haber habido algunos elementos que le proporcionaron una estructura
externa a una interacción disfuncional con el entorno. La primera de ellas fue
la Historia Sagrada que su madre le contara en la infancia, la segunda el
Psicoanálisis, que el mismo paciente convierte en una segunda Historia Sagrada.