Acumulado Julio - Diciembre 2021 (87 - 88) 87
ISSN 1317-987X
 
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Monografías
Trauma urbano moderno en las ciudades contemporáneas

Ascenso de la violencia en las ciudades

Las ciudades proveen a millones de habitantes desde hace décadas el acceso a alimentación, electricidad, agua corriente, atención sanitaria, educación, empleo y telecomunicaciones. Hoy en día han incrementado la conectividad a través de internet y las redes sociales. En países desarrollados han facilitado el flujo de bienes, personas, comercio, inversiones y prosperidad. Han trazado el camino de la innovación e incrementado el potencial humano (10,14).

Sin embargo, no todos los residentes de las urbes se han beneficiado de los aspectos positivos descritos previamente. El rápido crecimiento no planificado e irregular, ha sobrepasado la capacidad de infraestructura y servicios básicos especialmente en países no desarrollados. Algunas metrópolis constituyen los principales centros de concentración de la población en algunas naciones, presentando problemas complejos para su gobernabilidad (1,3). Han incrementado su pobreza, desigualdad social, marginalización, deterioro sanitario y el porcentaje de desempleo juvenil. Las tasas de criminalidad y de economías ilícitas como el narcotráfico han aumentado (4,10).

Al respecto, el Papa Francisco ha señalado que hoy en día tan solo el 20 % de las riquezas del mundo estarían disponibles para el 80 % de la población mundial. Entre los componentes sociales del cambio global se incluyen la exclusión social, la inequidad en la disponibilidad y el consumo de energía y de otros servicios, la fragmentación social, el crecimiento de la violencia y el surgimiento de nuevas formas de agresividad social, el narcotráfico y el consumo creciente de drogas entre los más jóvenes, la pérdida de identidad. Son signos entre otros, que muestran que el crecimiento de los dos siglos no ha significado en todos sus aspectos un verdadero progreso integral y una mejora de la calidad de vida (15).

Cerca de un billón de personas en el mundo viven en tugurios urbanos, asentamientos informales o cinturones de marginalidad, sin acceso a los servicios básicos. El desempleo y la pobreza son marcados en estas áreas. Se estima que el 60 % de los habitantes corresponden a individuos por debajo de los treinta años, susceptibles a ser atraídos por clanes, bandas o grupos étnicos, tribales, insurgentes, fundamentalistas, terroristas y de crimen organizado. Estos aspectos han vuelto algunas urbes difíciles de gobernar, sufren de eventos violentos e inestables que ocasionan un inevitable incremento de pacientes severamente lesionados en los centros de trauma urbanos (1,16,17).

En vista del valor real y simbólico de las ciudades como epicentro político, psicológico y logístico, las agrupaciones descritas han usado tácticas y armas militares para lograr sus objetivos de forma agresiva. Esto ha requerido por parte de las fuerzas estatales convencionales de numerosas operaciones policiacas o militares para detenerlos. Han ejecutado estrategias de defensa contra los distintos grupos que la acosan, incluso en áreas densamente pobladas. Estas intervenciones han determinado conflictos bélicos urbanos con el uso de armamento militar por ambos bandos (1,2,4,17-19) (figura 1: a1-3 y b).

El uso por parte de estos grupos de dispositivos tecnológicos como forma de comunicación a través de las redes sociales y la proliferación de drones, han exacerbado la violencia urbana determinando un incrementó de traumatismos severos y un alto número de decesos (1,16,17,20). Las conflagraciones ocasionan víctimas y heridos en la población civil (1,2) (figura 1: c1-3)

Algunas edificaciones de las ciudades como hoteles, centros comerciales, estaciones de metro, aeropuertos, templos y espacios culturales se han convertido en objetivo de estas agrupaciones. El interés viene determinado por su valor simbólico, lucrativo y de alta visibilidad en las redes sociales (4,10,14). Algunos ejemplos de construcciones que han sufrido de violencia por las motivaciones mencionadas, incluyen el hotel Taj Majal & Tower de Bombay, el centro comercial Westgate en Nairobi, la estación de metro de San Petesburgo, el aeropuerto de Donestk, la mezquita de Malawi y el teatro Bataclan en Paris, entre otros.

Las conflagraciones descritas por Mabry en su artículo incluyen la experiencia de Somalia, Irlanda del Norte, Yugoslavia, Sudáfrica, el Líbano, y la de algunos centros de trauma civiles en Estados Unidos (5). Áreas urbanas en Mogadiscio, Belfast, Sarajevo, Johannesburgo, Ciudad del Cabo, Beirut y Los Ángeles, presenciaron conflictos bélicos entre fuerzas de seguridad contra bandas o grupos insurgentes, terroristas, étnicos, tribales, y de crimen organizado (2,7,10,21-23).

De la misma forma desde inicios del nuevo milenio hasta la actualidad, numerosas ciudades como Grozny, Gaza, Fallujah, Homs, Alepo, Al Raqa, Mosul, Donetsk, Malawi y Kabul han sufrido conflagraciones bélicas entre fuerzas de estado convencionales contra clanes, bandas o grupos insurgentes, irregulares, terroristas o fundamentalistas. Estas conflagraciones se han acompañado de peleas internas entre clanes, además de la intervención en forma de apoyo militar de terceros estados. Áreas urbanas enteras han quedado destruido acompañado de un gran sufrimiento humano (1, 2,4,14,17).

Los ataques terroristas coordinados por grupos fundamentalistas sobre distintas ciudades del mundo han venido incrementándose en las dos últimas décadas. Madrid, Paris, Bombay y Nairobi han sido víctimas de las peores agresiones en su más reciente historia contemporánea. Áreas urbanas en el continente americano han presentado violencia relacionadas con el crimen organizado y narcotráfico (1,14).

No solamente problemas internos dentro de las ciudades determinan la aparición de conflictos bélicos urbanos. Evitar la captura o el aislamiento de una ciudad por fuerzas convencionales también representa motivación suficiente para el inicio de una conflagración entre ejércitos en áreas urbanas (1,4,23). A finales de febrero del presente año, Rusia inició el ataque e invasión de numerosas ciudades en Ucrania, incluida su capital. Las tropas y misiles rusos atravesaban la frontera en múltiples puntos del norte, este y sur, provenientes de Bielorrusia, Rusia y la península de Crimea (24). El mundo ha sido testigo del despliegue de las operaciones militares en tiempo real, a través de las redes sociales (25). Los ataques han ocasionado un considerable número de víctimas, además de originar una catástrofe sanitaria y una crisis humanitaria (26,27).

La combinación de alta densidad poblacional, desigualdad social, pobreza urbana, recursos escasos y corrupción gubernamental han vuelto vulnerables las áreas urbanas para la aparición de episodios de conflictos bélicos urbanos (4,10,23). En los últimos veinte años, la violencia en escenarios rurales ha venido declinando y aumentado en áreas urbanas. Más de la mitad de las conflagraciones armadas en el mundo hoy en día suceden en ciudades (1,2).

Figura 1. Esquema sobre el concepto del “trauma urbano moderno”.a1-3) La obtención de armamento militar por algunos clanes, bandas o grupos de distintas características, ocasiona un inevitable incremento de pacientes severamente lesionados en los centros de trauma civiles. b) Fuerzas convencionales estatales hacen frente a las agrupaciones descritas. c1-2) Flechas negras. El uso de dispositivos tecnológicos por ambos bandos para establecer comunicaciones por las redes ha caracterizado estas conflagraciones en la última década. c3) Drones o vehículos aéreos no tripulados, en inglés “unmanned aerial vehicles” (UAV), determinan varios tipos de heridas traumáticas. d) La confrontación se caracteriza por ser cerrada y violenta en las calles de las ciudades. Flechas blancas continuas. Las cañerías, las edificaciones de concreto y el pavimento no absorben la energía cinética de las balas percutidas, ocasionando el rebote de los proyectiles y su fragmentación, incrementando su poder destructivo. e) Asterisco blanco, misil impactado. Línea blanca punteada semicircular, onda explosiva. La onda por el efecto explosivo transmite su energía al herido. Otros mecanismos de lesión incluyen la quemadura por la explosión y fragmentos de metralla que impactan en el lesionado, ocasionando traumatismos penetrantes. f) La múltidimensionalidad de las ciudades y la proximidad de los combatientes, dificulta la evacuación de los traumatizados. El uso de equipo de protección por la Pandemia por la Covid 19 representa un desafío sobreagregado en la atención de los pacientes. Circulo blanco, hipotensión permisiva con el uso de pocas soluciones hipersalinas o coloides. Rectángulo blanco, uso de torniquete para detener hemorragias compresibles. Ovalo blanco, la contaminación establece la necesidad de la administración temprana de antibióticos. Fuente: Elaboración propia.

Trauma urbano moderno en las ciudades contemporáneas
Introducción
Trauma urbano moderno
Ascenso de la violencia en las ciudades
Patrón del conflicto urbano moderno
Traumatismos en escenarios urbanos
Innovaciones en la atención del herido
Nuevas estrategias
¿El final de la cirugía de control de daños?
Nuevas tecnologías
Violencia urbana en el futuro
Conclusiones
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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