Monografías
Trauma urbano moderno en las ciudades contemporáneas
Nuevas estrategias
El
principio de la resucitación agresiva con cristaloides, popularizado desde la
guerra de Vietnam, cambió desde finales del siglo pasado. Se relacionó con el
síndrome de respuesta inflamatoria sistémica, la susceptibilidad a infecciones,
el edema de pulmón, la insuficiencia cardiaca congestiva, el íleo prolongado,
la dehiscencia de las anastomosis, la coagulopatía, y el síndrome de
compartimiento (52,53). Reuniones de consenso a principios del nuevo milenio
recomendaron el uso de soluciones salinas hipertónicas o coloides en infusión
lenta, en pacientes con hipotensión posterior a heridas penetrantes del tronco.
El herido sería monitoreado con la palpación del pulso arterial y el estado de
conciencia hasta la llegada al centro de atención quirúrgica. Este nuevo
concepto seria conocido como hipotensión permisiva y el objetivo principal
seria mantener al paciente con vida, hasta lograr detener las hemorragias en
quirófano (54).
Pacientes
con heridas extensas presentan hipotermia y coagulopatía, ambos señalados por Mabry
y cols. (5), para su prevención. El primero es un factor pronóstico
independiente de letalidad. Temperaturas por debajo de 34°C se asocian con un
100 % de mortalidad. Algunas mantas térmicas y dispositivos para entibiar las
soluciones de resucitación fueron diseñadas para evitarla. Para el segundo se
requieren de bancos de sangre con disponibilidad inmediata de hemoderivados.
Para la corrección de la coagulopatía se ha señalado el uso del esquema 1:1:1 de
productos sanguíneos, es decir un concentrado globular, un plasma fresco
congelado y uso de plaquetas. El uso de sangre total fue reportado en diversos
conflictos urbanos en Irak y Siria, como los de Fallujah, An Najaf y Alepo
(37,38,55-58).
A la incorporación de la hipotensión
permisiva, la prevención de la hipotermia y la coagulopatía se le conoce como
control de daños resucitativo o resucitación balanceada. Es definido como una
medida terapéutica contra las condiciones que profundizan el shock. Simboliza una expansión de la
filosofía del concepto de la cirugía de control de daños (59).
En
conflictos bélicos urbanos se señalan un mayor número de lesiones severas
relacionadas con heridas vasculares, que requerirán el uso de transfusiones masivas
de sangre y que se asocian con un incremento en la mortalidad (20,21). La
hipocalcemia ha emergido como un hallazgo que se vincula con severidad en las
hemorragias, coagulopatía, disfunción en la contractilidad cardiaca y aumento
en el porcentaje de los decesos (60).
Las
hemorragias agudas son reconocidas como la principal causa de muerte en los traumatismos. El objetivo principal fue detenerlas y evitar la progresión del shock. En los conflictos urbanos de
Sudáfrica, Afganistán e Irak cobro especial interés el transporte aun en
situación de combate intenso, fue denominado “scoop and run”, es decir recoge y traslada (21,37,42). Las
hemorragias fueron clasificadas de acuerdo a su localización, y a la
posibilidad de maniobras mecánicas de ocluirlas. En los miembros fueron
reconocidos como compresibles y en el torso como no compresible. El abordaje de
elección desde el conflicto somalí, para las extremidades fue el uso del
torniquete, seguido de la reparación o ligadura quirúrgica (5,7,13,17). Algunos
agentes hemostáticos han sido producidos para el control de las hemorragias. Se
aplican directamente sobre la herida y producen reacciones exotérmicas o mucoadhesivas que cesan las perdidas hemáticas (37,38,55).
Las maniobras prehospitalarias para
detenerlas se incluirían en el algoritmo del manejo avanzado del paciente
politraumatizado, seria conocido como MARCH (M hemorragia masiva, A vía aérea,
R respiración, C circulación, H hipotermia) (37). La hemorragia del torso para
ser reconocida como no compresible, requiere la presencia de inestabilidad
hemodinámica, y la ejecución de procedimientos quirúrgicos inmediatos (61,62).
La contaminación y el retardo en el
traslado, establecieron la necesidad de la administración temprana de
antibióticos en las heridas devastadoras de los conflictos urbanos. Lesiones
penetrantes de abdomen, fracturas abiertas y extensos daños de partes blandas
en extremidades incluyen este precepto. Se recomendó moxifloxacina 400 mg vía
oral o ertapenem 1 g, endovenoso o intramuscular (5,6,55). |