Monografías
Trauma urbano moderno en las ciudades contemporáneas
Patrón del conflicto urbano moderno
Los
conflictos bélicos urbanos se caracterizan por ser complejos y cambiantes. Este
aspecto viene representado por la multidimensionalidad de los escenarios, la
densidad poblacional y la infraestructura comprometida. La multidimensionalidad
se refiere a las múltiples edificaciones ubicadas en el área de conflicto, de
distintos tipos, tamaño, funciones, forma y materiales de
construcción. Pueden coexistir modernos rascacielos con
edificaciones de pocos pisos, así como túneles y estaciones de metro, que
dificultan la visibilidad y las telecomunicaciones. Además de facilitar el
emplazamiento de francotiradores (10,17,23).
Se definen tres niveles en la
multidimensionalidad de las construcciones urbanas, las edificaciones por
encima del nivel del piso como los edificios o torres, las correspondientes a
la superficie o al ras de la calle y las ubicadas en el subsuelo como los
sótanos (1,20). La presencia de edificaciones, muros y otras estructuras
interfieren y bloquean las comunicaciones tecnológicamente sofisticadas, así
como los equipos de navegación (17,23).
La densidad poblacional difiere
en cuanto al número de habitantes y la diversidad cultural, política, social y
religiosa. Algunos escenarios urbanos pueden ser de cientos de habitantes hasta
megaciudades de veinte millones de residentes. La coexistencia de distintos
grupos, clanes o afiliaciones tribales que se diferencian de acuerdo a
parámetros sociales, económicos, políticos, étnicos y religiosos en una sola
ciudad pueden complicar las operaciones de las fuerzas estatales o de rescate
de heridos (4,19).
Finalmente,
la infraestructura comprometida se refiere a la preservación o compromiso de la
disponibilidad de alimentos y los servicios básicos como electricidad, agua,
saneamiento y telecomunicaciones. La falta de alguno de estos elementos implica
la aparición de problemas sanitarios en la población involucrada (1,14,19,28).
La intensidad y violencia de los combates determina la migración y el
desplazamiento de refugiados de las áreas de conflicto, profundizando los
problemas sanitarios en los sitios de asentamiento (4,29,30).
La progresión de las operaciones
de las fuerzas de estado y el rescate de heridos, puede verse dificultado por
la multidimensionalidad del terreno, el número de obstáculos por kilómetro
cubico, las intrincadas vías de acceso, la proximidad del enemigo, el número de
calles comprometidas por combates, y la presencia de civiles (1,2,10).
Las
características del armamento usado determinan un inevitable incremento de
pacientes severamente lesionados en los centros de trauma urbanos. Los combates en zonas densamente
pobladas producen victimas en la población civil (4,23). Se calcula que
aproximadamente el 92 % de los heridos y fallecidos por dispositivos explosivos
en áreas urbanas corresponden a civiles. Numerosas leyes internacionales
prohíben el uso de determinados armamentos para minimizar el riesgo de víctimas
civiles y el daño de edificaciones o infraestructura (1). Artefactos explosivos
de amplio radio destructivo, con baja sensibilidad en alcanzar el objetivo como
las bombas de racimo están claramente vetados (14). |