Psiquiatría El hombre de los lobos: Una aproximación gestáltica a un paciente de Sigmund Freud
Introducción
Estoy teniendo
la osadía de escribir este ensayo a 150 años del nacimiento del padre del
psicoanálisis, y por consiguiente el abuelo de todas las psicoterapias que se
han construido a la sombra protectora de sus enseñanzas, o al calor del fuego
de la hoguera en que muchos han pretendido hacer arder sus aseveraciones. Aquí
estoy, dispuesto a arriesgar algunas conclusiones, que se que serán del agrado
de unos pocos y, para otros no constituirán mas que la prueba de la grosera
superficialidad y obtusa penetración con que los humanistas abordamos el
trabajo clínico con nuestros pacientes. Y para
aumentar mis angustias voy a referirme, ni más ni menos que, al trabajo que muchos
psicoanalistas consideran el caso clínico más completo, mejor elaborado y mejor
descrito de su principal mentor; y que otros muchos han tachado de manipulación
y aún hasta de fraude. Sergei
Constantinovich Pankejeff, el "hombre de los lobos", así conocido por un sueño
que tuvo a la edad de cuatro años y que fue extensamente analizado por Freud,
fue tratado inicialmente por el reconocido psiquiatra alemán Emil Kraepelin, quien
le realizó el diagnostico de "locura maniaco-depresiva", y logró, dicho sea de
paso, pocos avances en el tratamiento que aplicó. Un año más tarde, en 1910, Sergei
inicia un tratamiento psicoanalítico con Freud, contaba para el momento con 23
años de edad, culmina su análisis en 1914. Al respecto nos dice Freud: "Le di de
alta, completamente curado, a mi juicio, pocas semanas antes de la inesperada
explosión de la guerra mundial...".1
Sin embargo el paciente inicia un segundo tratamiento con Freud, de Noviembre de
1919 a febrero de 1920. "Acudió
entonces a Viena, y me informó de un afán, que le había sobrevenido poco después
de terminada la cura, por librarse de la influencia del médico. En unos meses
de trabajo se logró dominar un fragmento de la transferencia todavía no
superado".2
Sergei Constantinovich Pankejeff en la infancia
Casi siete
años mas tarde acude nuevamente a Freud quien, ya enfermo, le remite a la Dra.
Ruth Mack Brunswick, paciente, discípula y amiga personal suya. Esa nueva etapa
de su tratamiento duró de octubre de 1926 a febrero de 1927, y fue en esta
ocasión diagnosticado como un cuadro de "paranoia de tipo hipocondríaco", Presentaba
un nuevo tipo de síntomas que justificaban tal giro diagnostico. Esta analista,
afirma que: "La fuente de la nueva
enfermedad consistía en "un residuo no resuelto de su transferencia que después
de 14 años y bajo la presión de circunstancias peculiares constituye la base de
una nueva forma de la vieja enfermedad".3
La polémica ha sacudido la
historia de este paciente y su tratamiento desde que fue publicado, y no la ha
abandonado ni un solo instante. Muchas personas aseguran que Freud fue victima
de su deseo de defender su paradigma de los ataques que recibió la teoría
psicoanalítica por parte de dos de sus más apreciados discípulos. Al respecto nos
dice el mismo Freud:"Escribí el presente historial clínico recién
terminado el tratamiento del caso, en el invierno de 1914 a 1915, y bajo la
impresión de las alteraciones que en los resultados psicoanalíticos intentaban
introducir C. G. Jung y Alfred Adler".4
Se asegura que a fin de sostener
sus concepciones contra las innovaciones postuladas por estos discípulos, tuvo
Freud que forzar intelectualmente el análisis del caso del hombre de los lobos
para encajar de alguna manera la sexualidad infantil y la escena primaria de
una manera que, a juicio de varios de sus detractores, resulta traída por los
pelos. Y como prueba utilizan las mismas palabras de Freud: "Se
discute, pues, la importancia del factor infantil. Nuestra labor consistirá en
hallar un ejemplo práctico que pueda demostrar tal importancia sin dejar lugar
alguno de duda. Tal ejemplo es precisamente el caso patológico que vamos
exponiendo tan detalladamente". Vemos pues la importancia y el valor que otorgaba
el padre del psicoanálisis a este caso. Otros psicoanalistas, en particular los
seguidores de Jacques Lacan, aseguran que las discrepancias entre Freud y Ruth
Mack Brunswick, en relación al diagnostico y al material por ellos expuesto,
arrojan dudas que cuestionan los aportes obtenidos a través del análisis de
este. ¿Puede una estructura obsesiva dar lugar a una posición paranoide?, se
preguntan. ¿Estaba ya ésta en el primer análisis sin que Freud se hubiese
percatado de ello?, o quizás Freud encontró en este hombre lo que necesitaba
encontrar, argumentos contra Jung y Adler, y la Dra. Mack Brunswick un área inexplorada por su maestro en la que
moverse con comodidad. Otros han objetado la técnica
utilizada por Freud y Mack Brunswick. El primero de ellos advirtió a Pakejeff que el tratamiento tendría
una duración determinada y que al término de esta el análisis seria suspendido
sin importar la fase a la que hubiese llegado, asegura Freud que ante tal
presión cedieron su resistencia y su fijación a la enfermedad, esta intervención
ha sido criticada por algunos psicoanalistas aunque estoy seguro de que hubiese
sido muy bien mirada por los psicoterapeutas sistémicos, si en ese entonces
hubiese existido alguno.
Sergei Pankejeff y su esposa
También ha sido reprochada la generosidad con que ambos
analistas regalaron, a un Serjei Pankejeff empobrecido por la guerra, una buena
cantidad de meses de análisis, además realizaron colectas para mitigar las
penurias de este paciente por varios años, practica que continuó realizando la
asociación psicoanalítica muchos años después de la muerte de Freud. Tal
proceder no estaba muy en consonancia con la neutralidad terapéutica que
promulga la rigurosa técnica psicoanalítica. La periodista Karin Obholzer,
quien entrevistó a Pankejeff en su vejez, asegura que Sergei responsabilizó a
Freud por la pérdida de su riqueza, este pensaba que si hubiese viajado
a Rusia en los momentos de su análisis habría podido salvar algo de su fortuna. Le dijo Pankejeff a
Obholzer: "Fui
muy tonto al escuchar a Freud y permanecer en Viena. (...) No le recrimino
nada. Le recrimino que no me dejara viajar".1
También sugiere esta autora que el
regalo de las sesiones y las colectas bien pudieron corresponderse a un
sentimiento de culpa de Freud. A propósito de esta generosidad psicoanalítica
reflexiona Lacan "¿No se
comprende sin embargo que admitir un sujeto mantenido a costa del pritaneo del
Psicoanálisis, a causa del servicio que hacía a la ciencia en cuanto caso, es
también instituirlo decisivamente en la enajenación de la verdad?".2
Por otra parte, es criticada la
posición de algunos integrantes del movimiento psicoanalítico como Muriel
Gardiner, discípula indirecta de Freud y analizante de Mack Brunswick, quien
instó a Pankejeff a escribir sus memorias. "Ellos me
utilizaron como un caballo de desfile. El libro debería demostrar en realidad
que el psicoanálisis puede curar un caso tan grave".3
Le dijo el
hombre de los lobos a Karin Obholzer y también: "Si al
menos los discípulos del psicoanálisis después de Freud no se hubieran
apoderado de mí".4
En el libro
"Conversaciones con el Hombre de los Lobos" Obholzer asegura que las técnicas
utilizadas por Freud en el análisis tenían la intención de demostrar su teorías
mas que la de producir la cura en su paciente. Asegura esta autora que declaro
Pankejeff: "[Freud me dijo:] no critique y no piense
en eso, y no busque contradicción, acepte más bien lo que le digo, y la mejoría
vendrá por sí sola". Basándose en
las notas de Ruth Mack Brunswick, algunos críticos aseveran que el tratamiento aplicado
por Freud a Pankejeff le causo un grave daño. Ser el caso más famoso, ser el
Hombre de los lobos, ser el héroe de la novela de Freud fué para él
insoportable y destructivo. Mark Brunswick relata un síntoma que Sergei padecía
en la época en que ella lo analizó: "No podía
leer novelas, actividad que en otros tiempos le proporcionaba el mayor placer.
No soportaba la identificación con el héroe, el cual, al ser creado por el
autor, quedaba totalmente en poder de este último. Y como tampoco podía
identificarse con el autor, su único camino era la inhibición".5
En el libro "El
Hombre de los Lobos por el Hombre de los Lobos" Muriel Gardiner hace una
síntesis retrospectiva de los beneficios aportados por el psicoanálisis a Sergei
Pankejeff. "Después de su análisis con Freud,
el Hombre de los lobos completó en breve tiempo sus estudios, se diplomó en
Derecho y obtuvo la correspondiente licencia para ejercer. Tras haber salido de
Rusia y haber perdido todo lo que poseía, consiguió trabajo en una compañía de
seguros, para empezar en un puesto subordinado que debe haber sido difícil de
aceptar para un hombre que había sido rico y a quien habían servido toda la
vida. Fue progresando continuamente en su trabajo y, por más que nunca le
resultó interesante, fue capaz de mantenerlo fielmente durante treinta años
hasta jubilarse. Llegó a casarse y mantuvo a su mujer durante los veintitrés
años de su matrimonio...".6
Puede
que no suene a gran cosa si pensamos en Sergei como una persona con una
neurosis obsesiva, sin embargo tratándose de alguien tan perturbado, tan
cercano a la psicosis, como reveló posteriormente el análisis realizado por
Ruth Mark Brunswick, podría decirse que el tratamiento recibido de sus dos
psicoanalistas le permitió tener una vida.
Sergei Pankejeff y familia
De todas maneras es muy difícil
complacer a todo el mundo así que en las propias palabras de Pankejeff la evaluación
del tratamiento luce mucho menos optimista "En este momento soy un oficinista burocrático
ciento por ciento, precisamente lo que siempre desprecié".7
¿Que ha pasado, pues, con este caso? que ha servido tanto para apuntalar
la teoría psicoanalítica, como para que en 1990 Freud hubiese sido propuesto
para ingresar al Subcomité para la
Investigación del Fraude Científico de la Fundación Nacional de la Ciencia
estadounidense. ¿Qué ha pasado, pues conmigo?, que acepté esta difícil posición
de psicoterapeuta humanista que revisa tan polémico historial y a 80 años de
distancia pretende, aun, tener algo que decir.
NOTA:Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.
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