Expansión del tratamiento antirretrovial en entornos de recursos limitados
Consideraciones para categorías especificas de pacientes: Mujeres en edad fértil o embarazadas y niños
A.
Mujeres en edad fértil o embarazadas
El principio
guía para el tratamiento de mujeres en edad fértil o embarazadas
es que las decisiones terapeúticas se deben basar únicamente en
la necesidad e idoneidad de la terapia antirretroviral como se señala
en la Sección III (Cuándo iniciar la terapia antirretroviral).
Las especiales circunstancias del embarazo y/o de la lactancia materna conllevan
a un mayor número de problemas con respecto a la toxicidad entre madre
e hijo, la elección del fármaco antirretroviral, y la prevención
de la transmisión del VIH de madre a hijo. Se deben resolver estos problemas
para garantizar el óptimo tratamiento que preserve la salud de la madre.
Por tanto,
la recomendación como tratamiento de primera línea de la OMS para
este subgrupo de pacientes es: (d4T
o ZDV) + 3TC + NVP
La elección
de la terapia antirretroviral para mujeres en edad fértil debe tomar
en consideración la posibilidad de que los fármacos antirretrovirales
puedan ser administrados durante el primer trimestre de embarazo, antes de la
detección del mismo y durante el periodo más importante de desarrollo
de los órganos fetales. De esta manera, se debe evitar el uso de EFV
en este tipo de mujeres debido a su potencial teratogénico.
Las mujeres
que reciben tratamiento antirretroviral y no desean quedar embarazadas deben
emplear métodos contraceptivos efectivos y apropiados para reducir las
posibilidades de embarazo no deseado. Si se garantiza el uso de una contracepción
efectiva, EFV puede ser una opción viable como componente NNRTI del tratamiento.
Si las mujeres se encuentran bajo tratamiento antirretroviral que incluye a
EFV como parte del régimen y resultan embarazadas, deben continuar el
tratamiento, aunque deben descontinuar el uso de EFV y reemplazarlo por NVP
si la mujer se encuentra en el primer o segundo trimestre de embarazo.
Se recomienda
iniciar la terapia antirretroviral en mujeres embarazadas luego del primer trimestre,
no obstante, si la paciente embarazada se encuentra gravemente enferma, el beneficio
de un temprano tratamiento adquiere una clara y mayor importancia con respecto
a cualquier posible riesgo para el feto; por ende, en estos casos, el tratamiento
antirretroviral debe ser iniciado de inmediato, incluso durante el primer trimestre
de embarazo.
Además,
se debe evitar la combinación de los dos NRTI d4T y ddI durante el embarazo
y emplearla únicamente cuando no exista otra alternativa, debido a que
existe un mayor riesgo potencial de acidosis láctica de esta combinación
en mujeres embarazadas. La toxicidad sintomática hepática asociada
al NVP o una grave toxicidad evidenciada a través de erupción,
a pesar de no ser frecuentes, se observan más en mujeres que en hombres,
y presentan una mayor probabilidad de aparecer en mujeres con un alto nivel
de células CD4 (>250/ml) 54-57 . Aunque se han registrado
casos de este tipo de toxicidad en mujeres embarazadas 58,59, se
desconoce si en realidad el embarazo aumenta la predisposición a estas
clases de toxicidad.
Un aspecto
importante que se ha evidenciado en los últimos dos años es el
posible impacto de la profilaxis de neviparina (NVP) en la prevención
de la transmisión de VIH de madre a hijo durante el posterior tratamiento
de la madre y el infante afectado. Este hecho ha surgido debido a que la mutación
puntual sencilla está asociada con la resistencia al NVP. Se han detectado
en plasma viral mutaciones asociadas a la resistencia al fármaco NNRTI
en aproximadamente 20% de las mujeres que recibieron una dosis profiláctica
sencilla de NVP durante la sexta semana posparto. Se han observado tasas mucho
más altas de virus mutante (67%) durante la sexta semana posparto en
mujeres que recibieron dos dosis de NVP, en lugar de una dosis sencilla, para
prevenir la transmisión de VIH de madre a hijo 60,62. Además,
la resistencia al NVP puede desarrollarse incluso en mujeres que reciben fármacos
antirretrovirales adicionales en el caso de que en ellas se detecte replicación
viral en el momento de la administración de la dosis sencilla de NVP;
se observo resistencia genotípica al NVP a las 6 semanas posparto en
15% de las mujeres que recibieron una dosis sencilla de NVP y en quienes recibieron
solo ZDV o una combinación de fármacos antirretrovirales durante
el embarazo e intraparto 63,64.
De manera
similar, la resistencia al 3TC esta también asociada con una mutación
sencilla. En un estudio donde se agrego 3TC a la terapia de ZDV en mujeres durante
la 32° semana de embarazo en Francia, se observo la mutación M184V
de resistencia al 3TC a las seis semanas posparto en 39% de las mujeres 61;
se detecto también la resistencia al 3TC durante la 1 semana posparto
en 12% de las mujeres que recibieron un tratamiento de 4 semanas de ZDV/3TC
para prevenir la transmisión de VIH de madre a hijo en el estudio PETRA
65. No se observo resistencia al ZDV o al 3TC con el tratamiento
ZDV/3TC durante la primera semana posparto en el estudio SAINT en Sudáfrica
62,65.
No se posee
información en cuanto a las consecuencias clínicas de la selección
de estas mutaciones resistentes con respecto a la respuesta a posteriores/futuras
terapias antirretrovirales por parte de las mujeres o de sus hijos infectados.
Si bien estas mutaciones se debilitan a medida que transcurre el tiempo, ellas
permanecen sin duda alguna en subpoblaciones virales menores, y tienen el potencial
de aparecer nuevamente si se administra un tratamiento que incluya 3TC u otro
NNRTI. Estudios presentes intentan dilucidar si la dosis profiláctica
sencilla de NVP compromete la subsiguiente terapia altamente activa (HAART)
con regímenes basados en NNRTI. Esta es una de las interrogantes operacionales
mas apremiantes que los investigadores enfrentan y que deben esclarecer a través
de estudios clínicos realizados apropiadamente.
Hasta que
se disponga de datos definitivos que respondan estas interrogantes, se debe
considerar como tratamiento para mujeres que han recibido previamente una dosis
profiláctica sencilla de NVP o 3TC para prevenir la transmisión
de VIH de madre a hijo los tratamientos basados en NNRTI y no se le debe negar
a estas mujeres el acceso a tratamientos que las mantengan con vida.
Varios programas
nacionales ya están considerando usar la terapia de combinación
triple de corto tiempo para prevenir la transmisión de VIH de madre a
hijo en mujeres que aun no requieren de tratamiento para el VIH, y detener la
terapia posparto si las mujeres no necesitan continuar con la terapia. El uso
de una terapia de combinación altamente activa en tales situaciones debe
prevenir la aparición de resistencia a los fármacos y puede ser
sumamente efectivo para reducir la transmisión perinatal de VIH. Sin
embargo, esta intervención también expone a la madre y al feto
a posible toxicidad a los fármacos en casos donde no se requiera tratamiento
para asegurar/mantener la salud de la madre. Se están llevando a cabo
estudios clínicos para evaluar la seguridad y la eficacia de este enfoque
para la mujer y el niño, particularmente para prevenir la transmisión
de VIH de madre a hijo durante la lactancia.
Si se prefiere
durante el embarazo un tratamiento basado en un inhibidor de proteasa (IP),
en lugar de un tratamiento basado en un NNRTI, SQV/r o NFV son opciones razonables
dada la seguridad que han mostrado en el embarazo. Es importante destacar que
los IP pueden disminuir las concentraciones sanguíneas de los anticonceptivos
orales por lo que las mujeres que reciban estos fármacos deben emplear
métodos contraceptivos adicionales o alternativos (por ejemplo, el uso
reiterado de preservativos) para evitar el embarazo.
Se reconoce
que la dificultad que estas previsiones imponen, desde el punto de vista de
la aplicación, es considerable. Se desconoce si el uso de preparaciones,
como la inyección depot de acetato de medroxiprogesterona que ofrecen
niveles sanguíneos hormonales más altos que los anticonceptivos
orales, tendrían la eficacia contraceptiva comprometida; estudios que
están por realizarse evaluarían las interacciones entre el acetato
de medroxiprogesterona y específicos fármacos IP y NNRTI . El
efecto de fármacos NNRTI en las concentraciones sanguíneas de
contraceptivos orales no está bien determinado, aunque probablemente
sea menor que el efecto de los IP. De esta manera, idealmente, mujeres que reciban
fármacos NNRTI, en particular EFV, deben utilizar además de los
métodos anticonceptivos orales otros métodos contraceptivos adicionales
o alternativos.
B.
Niños
Cuándo
iniciar la terapia antirretroviral en niños
Debido a
la dificultad para realizar el diagnóstico de laboratorio de la infección
por VIH en niños menores de 18 meses a causa de la persistencia de anticuerpos
de la madre, por lo que se requiere de pruebas virológicas para realizar
el diagnóstico definitivo del VIH en este grupo de edad, las recomendaciones
de la OMS para iniciar la terapia antirretroviral en niños se presentan
en categorías de acuerdo a la edad y la disponibilidad de pruebas virológicas
para realizar el diagnóstico (Tabla H).
Cuando se
pueda realizar la prueba de células CD4, se recomienda el uso del porcentaje
de células CD4, en lugar del nivel absoluto de células CD4, para
decidir sobre el uso del tratamiento antirretroviral en niños debido
a que el porcentaje de células CD4 varía menos con la edad (Apéndice
B) 41-43. La OMS alienta fuertemente el desarrollo de pruebas que
se puedan realizar en entornos de recursos limitados y que proporcionen un temprano
diagnóstico de la infección por VIH en niños; la disponibilidad
de este tipo de pruebas es crítica para el diseño de mejores recomendaciones
para iniciar el tratamiento en lactantes.
Para niños
seropositivos menores de 18 meses, la OMS recomienda iniciar el tratamiento
antirretroviral si:
-
El
niño evidencia infección comprobada virológicamente,
ya sea mediante el ensayo de reacción en cadena de polimerasa del
ADN de VIH, ensayo de ARN de VIH, prueba para el antígeno p24 disociado
del complejo inmune, y posee:
a.Estadío
Pediátrico III de VIH de la OMS (por ejemplo, VIH clínico)
(Apéndice C), independientemente del porcentaje de células
CD4; o
b.Estadío Pediátrico II de VIH de la OMS
(Apéndice C), considerando el uso del porcentaje de células
CD4 <20% para tomar la decisión; o
c.Estadío Pediátrico I de VIH de la OMS
(por ejemplo, paciente asintomático) (Apéndice E) y porcentaje
de células CD4 <20% (niños asintomáticos [Estadío
I de la OMS] sólo deben someterse a tratamiento si se puede realizar
las pruebas de células CD4)
-
Si
no se dispone de pruebas virológicas que confirmen el estado de la
infección por VIH, pero se cuenta con prueba de células CD4,
la OMS recomienda que se puede iniciar la terapia antirretroviral en niños
seropositivos que presenten el Estadío II o III de VIH de la OMS
y que posean un porcentaje de células CD4 <20%. En tales casos,
la prueba de anticuerpos al VIH debe repetirse cuando el niño llegue
a la edad de 18 meses para confirmar de manera definitiva que está
infectado por VIH. Sólo los niños en los que se confirme la
infección por VIH deben continuar con el tratamiento antirretroviral.
Para niños
seropositivos de 18 meses de edad o mayores de 18 meses, la OMS recomienda iniciar
el tratamiento antirretroviral si:
- Estadío
Pediátrico III de VIH de la OMS (por ejemplo, VIH clínico) (Apéndice
C), independientemente del porcentaje de células CD4; o
- Estadío
Pediátrico II de VIH de la OMS (Apéndice E), considerando el
uso del porcentaje de células CD4 <15% para tomar la decisión;
o
- Estadío
Pediátrico I de VIH de la OMS (por ejemplo, paciente asintomático)
(Apéndice E) y un porcentaje de células CD4 <15%.
Se debe
destacar que los lactantes corren el riesgo de infectarse por VIH durante el
completo período de lactancia, y que pruebas negativas de anticuerpos
o virológicas a una edad determinada no excluyen la posibilidad de que
el niño pueda infectarse por VIH posteriormente al seguir siendo alimentado
con leche materna.
Como sucede
en adultos infectados por VIH, el nivel total de linfocitos presenta una correlación
significativa con el riesgo de mortalidad en niños infectados por VIH
44,45. El riesgo de mortalidad es 20% mayor para niños menores
de 18 meses con un nivel total de linfocitos <2.500/mm3, y para
niños de edad =18 meses con un nivel total de linfocitos <1.500/mm3.
Por tanto, en los casos donde no se cuente con una evaluación del nivel
total de linfocitos como una indicación alternativa para el tratamiento
de niños con infección documentada por VIH y que presenten los
síntomas de la enfermedad (Estadíos Pediátricos II o III
de la OMS). De igual manera, se debe confirmar un resultado anormal obtenido
en las pruebas del número total de linfocitos o del nivel de células
CD4 con una segunda prueba antes de tomar cualquier decisión relacionada
con el tratamiento, aunque se reconoce que esto no sea siempre posible.
La OMS reconoce
que el actual sistema de fases de la infección del VIH en niños
fue desarrollado hace algunos años, y que muchos de los síntomas
clínicos de los Estadíos Pediátricos II o III no son específicos
para la infección por VIH y que podrían de manera significativa
solapar los síntomas observados en niños que no estén infectados
por VIH en entornos de recursos limitados. Una vez aceptada esta limitación,
la OMS ha comenzado a planificar una consulta con expertos pediatras para revisar
este sistema de clasificación en 2004. Sin embargo, entretanto, el uso
de esta clasificación de la enfermedad del VIH de la OMS (Ver Apéndice
F) puede resultar útil para definir los parámetros para definir
la terapia antirretroviral en entornos de recursos limitados, a pesar de que
pueda ser apropiado adaptar la clasificación de acuerdo a los programas
de cada país.
Por otra
parte, no se ha cuantificado el ingreso de la mayoría de antirretrovirales
en la leche materna durante el período de lactancia. A pesar de que se
conoce que algunos antirretrovirales, tales como la nevirapina (NVP), están
presentes en la leche materna, la concentración y la cantidad del fármaco
que sería ingerido por el lactante no alcanzaría niveles terapéuticos.
Es de esta forma que si un lactante enfermo necesita tratamiento antirretroviral
(Tabla H), se debe iniciar la administración de antirretrovirales en
dosis pediátricas estándar independientemente del hecho de que
la madre reciba o no tratamiento antirretroviral. Lactantes infectados por VIH
cuyas madres reciben tratamiento antirretroviral, podrían ingerir niveles
subterapeúticos de algunos fármacos antirretrovirales, y este
hecho podría conllevar que el virus del niño desarrolle resistencia
farmacológica.Se desconoce si se deben administrar antirretrovirales
durante el período de lactancia a niños con infección documentada
por VIH, que no requieren tratamiento antirretroviral y que poseen madres que
sí reciben este tratamiento; se necesita continuar con las investigaciones
clínicas para dilucidar este interrogante.
Prueba
de células CD4 |
Edad
|
Prueba
diagnóstica de VIH |
Recomendaciones
terapeúticas |
|
<18
meses |
No
se dispone de prueba virológica para el VIH pero el lactante es
seropositivo (Nota: se debe repetir la prueba de anticuerpos contra el
VIH a la edad de 18 meses para obtener diagnóstico definitivo de
la infección) |
Estadíos
Pediátricos II y III de la OMS con porcentaje de células
CD4 <20% (1) |
Disponible
|
|
Prueba
virológica para el VIH positiva (2) |
Estadío
Pediátrico III de la OMS (SIDA) (Apéndice F), independientemente
del porcentaje de células CD4
Estadío Pediátrico
II la OMS (Apéndice F), considerando el uso del porcentaje de células
CD4 <20% para la toma de decisión (1,3)
Estadío Pediátrico
I de la OMS (paciente asintomático) (Apéndice F) con nivel
de células CD4 <20% (1,4) |
|
=18
meses |
Seropositivo
para los anticuerpos contra el VIH |
Estadío
Pediátrico III de la OMS, independientemente del porcentaje de
células CD4
Estadío Pediátrico
II la OMS, considerando el uso del porcentaje de células CD4 <15%
para la toma de decisión (1,3)
Estadío Pediátrico
I de la OMS con nivel de células CD4 <15% (1,4) |
|
<18
meses |
No
se dispone de prueba virológica para el VIH pero el lactante es
seropositivo |
No
se recomienda tratamiento (5) |
No
disponible |
|
Prueba
virológica para el VIH positiva |
Estadío
Pediátrico III de la OMS, independientemente del nivel total de
linfocitos
Estadío Pediátrico
II la OMS, considerando el uso del nivel total de linfocitos <2.500/mm3
para la toma de decisión (6) |
|
=18
meses |
Seropositivo
para los anticuerpos contra el VIH |
Estadío
Pediátrico III de la OMS, independientemente del nivel total de
linfocitos
Estadío Pediátrico
II la OMS, considerando el uso del nivel total de linfocitos <1.500/mm
3 para la toma de decisión (6) |
Tabla
H
Recomendaciones para iniciar el tratamiento antirretroviral
en niños
__________________________________
(1)Un porcentaje de células CD4 <20% corresponde
a un nivel absoluto de células CD4 de aproximadamente <1.000/mm3
para niños de menos de 12 meses y de <750/mm3
para niños entre 12 a 18 meses; un porcentaje de células
CD4 <15% corresponde a <500/mm3 para niños de 1 a 5 años,
y <200/mm3 para niños mayores de 6 años.
(2)Pruebas
de amplificación de PCR de ADN del VIH o de ARN del VIH o prueba
del antígeno p24 disociado del complejo inmune.
(3)
Se recomienda el porcentaje de células CD4 para la necesidad
de tratamiento inmediato.
(4)
Si el niño es asintomático y se inicia el tratamiento
en base a criterios del nivel de células CD4, se debe considerar
realizar una prueba de confirmación del nivel de células
CD4 si se cuenta con los recursos.
(5)
Muchos de los síntomas clínicos de los Estadíos
Pediátricos II y III del VIH de la OMS no son específicos
para la infección por VIH y solapan significativamente los síntomas
observados en niños que no están infectados por VIH en
entornos de recursos limitados.
(6)
El nivel total de linfocitos de <2.500/mm3 para
niños de <18 meses o <1.500/mm3 para niños
=18 meses de edad puede sustituir el porcentaje de células CD4,
cuando esta última prueba no se encuentre disponible y cuando
existan síntomas de VIH. Se desconoce la utilidad del nivel total
de linfocitos en niños asintomáticos. En consecuencia,
si no se cuenta con pruebas de células CD4, niños seropositivos
(Estadío Pediátrico I de la OMS) no deben recibir tratamiento
debido a que no existe actualmente ningún otro indicador confiable
disponible en entornos fuertemente limitados en recursos.
|
Recomendaciones
de tratamiento antirretroviral de primera línea para niños
Estudios
de la terapia altamente activa (HAART), que emplea muchos y diversos potentes
regímenes antirretrovirales en niños, demuestran mejoras similares
en morbilidad, mortalidad e indicadores alternativos 46,47. Se deben
ajustar las dosis de los fármacos a medida que el niño crece,
para evitar el riesgo de administrar una dosis que se encuentre por debajo de
los niveles correctos de tratamiento y para prevenir el desarrollo de resistencia;
por tanto las dosis en los niños se deben determinar ya sea de acuerdo
al área de superficie corporal o al peso.
La estandarización
de las dosis es importante para que el personal que posee poca experiencia pueda
distribuir y administrar de manera segura dosis correctas, y en consecuencia
sería conveniente proporcionar a los trabajadores asistenciales tablas
de dosis de fármacos que se determinen a partir del peso del paciente;
estas tablas pueden variar de una localidad a otra de acuerdo a los antirretrovirales
y a las formulaciones de antirretrovirales disponibles en cada país.
Para mejorar
el cumplimiento del tratamiento, los regímenes elegidos para niños
deben tomar en cuenta los antirretrovirales y las formulaciones que serían
usados por los padres para tratar que coincidan las horas de administración
de los fármacos, y si es posible, permitir que padres e hijos utilicen
los mismos fármacos.
La OMS reconoce
la necesidad de ofrecer ayuda a países en desarrollo mediante la inclusión
de estas tablas de dosis en manuales de formación para aplicar los programas
antirretrovirales in situ . Hasta que exista un consenso para estas
tablas durante 2004, muestras de tablas empleadas por algunos pediatras estarían
disponibles a petición de quienes las requieran.
Algunos
de los antirretrovirales disponibles para adultos se encuentran también
disponibles para niños con formulaciones pediátricas específicas.
Sin embargo, formulaciones apropiadas para el uso de lactantes que no pueden
tragar comprimidos o cápsulas enteras no se encuentran actualmente ampliamente
disponibles en entornos de recursos limitados. Para algunos antirretrovirales,
se dispone de cápsulas y comprimidos en dosis lo suficientemente bajas
como para permitir dosis precisas en niños [por ejemplo, cápsulas
de estaduvina (d4T) de 15, 20 y 30 mg, comprimidos ranurados de nevirapina (NVP)
que pueden ser fraccionados por la mitad o triturados], y se ha evaluado en
niños la farmacocinética de comprimidos que pueden ser triturados
y de contenidos de cápsulas que pueden ser añadidos a alimentos
o bebidas. No obstante, muchos fármacos no poseen formulaciones sólidas
en dosis apropiadas para uso pediátrico y algunas formulaciones sólidas
no poseen todos los componentes de sus fármacos distribuidos de manera
equitativa en los comprimidos, por ejemplo, la dosis fija de zidovudina (ZDV)
y lamivudina (3TC). El uso de comprimidos que necesiten ser fraccionados, particularmente
los comprimidos no ranurados, puede producir que se administren dosis menores
o superiores a la dosis correcta, necesaria para el niño, hecho que puede
aumentar el riesgo de resistencia o toxicidad y, por otra parte, la dosis no
puede ser ajustada fácilmente a medida que el niño crece.
Sin embargo,
la OMS admite que hasta el momento en que se disponga ampliamente de las formulaciones
apropiadas, el uso de fracciones de formulaciones sólidas para adultos
de los antirretrovirales, a pesar de estar por debajo del nivel óptimo
de tratamiento podría ser la única forma para que un niño
gravemente enfermo reciba tratamiento en estos momentos, y que este uso debe
ser considerado cuando no se disponga de ninguna otra alternativa. Los profesionales
sanitarios deben estar conscientes de que las formulaciones de las combinaciones
de dosis fija de las que se dispone hoy en día no podrían contener
las dosis apropiadas para cada uno de los componentes del fármaco para
niños de acuerdo al criterio de peso. Este es un problema particular
para el componente nevirapina (NVP) de la formulación de dosis fija de
zidovudina (ZDV), lamivudina (3TC) y nevirapina (NVP), por lo que se podría
necesitar NVP adicional si los comprimidos son usados para el tratamiento de
lactantes (Ver Apéndice C). La OMS alienta fuertemente la elaboración
de formulaciones apropiadas para uso pediátrico, particularmente formulaciones
sólidas en dosis que los niños puedan utilizar, por ejemplo, comprimidos
que se puedan triturar o cápsulas que se puedan abrir, debido a que las
formulaciones líquidas poseen un período de validez más
limitado que las formulaciones sólidas, son más costosas, más
difíciles de almacenar y requieren el uso de jeringas para una administración
precisa.
La opción
preferida de tratamiento de primera línea para niños incluye (d4T
o ZDV) + 3TC + un NNRTI (NVP o EFV) (Tabla I) debido al mismo motivo fundamenteal
discutido para los tratamientos antirretrovirales iniciales. Se debe advertir
que efavirenz (EFV) no puede ser utilizado actualmente en niños menores
de 3 años debido a la falta de formulaciones apropiadas y de información
de las dosis, a pesar de que se están realizando estudios sobre estos
aspectos. Por tanto, para niños menores de 3 años o que pesen
< 10 kg , se debe elegir la nevirapina (NVP) como NNRTI. Se considera en
estos momentos el uso del tratamiento de primera línea de zidovudina
(ZDV), lamivudina (3TC) y abacavir (ABC) como una alternativa debido a los resultados
del estudio ACGT A5095 en adultos (Ver la Sección de Regímenes
de primera línea para adultos y adolescentes); se espera por mayor información
al respecto.
Se puede
optar por efavirenz (EFV) como NNRTI para niños que requieran tratamiento
antirretroviral pero que también necesiten o estén recibiendo
terapia para la tuberculosis que contenga rifampicina. Para niños menores
de 3 años que requieran tratamiento antirretroviral mientras estén
recibiendo tratamiento contra la tuberculosis, se debe considerar el uso simultáneo
del tratamiento de zidovudina (ZDV), lamivudina (3TC) y abacavir (ABC) y del
tratamiento de la tuberculosis, ya que saquinavir estimulado por ritonavir (SQV/r)
no se encuentra disponible en formulaciones apropiadas para niños de
esta edad. Se debe garantizar un seguimiento para posible hipersensibilidad
al abacavir (ABC). Se puede considerar SQV/r para niños de mayor edad
o de un peso mayor o igual a 25 kg que pueden recibir dosis de adultos de los
fármacos.
Tratamiento
de primera línea |
Observaciones
|
D4T
o ZDV
más
3TC
más
NVP o EFV
|
Opciones
de NNRTI:
- Si la edad es <3
años o el peso < 10 kg , NVP
- Si la edad es >3
años o el peso > 10 kg , NVP o
EFV
|
Tabla
I
Recomendaciones de tratamiento antirretroviral de primera línea
para niños |
Si la madre
ha recibido tratamiento antirretroviral durante el embarazo, ya sea para reducir
el riesgo de transmisión de VIH de madre a hijo o para controlar su propia
enfermedad, existe la posibilidad de que el niño se infecte por un virus
resistente a fármacos. Además, la resistencia puede ser inducida
de nuevo en el niño, si éste es expuesto a un fármaco antirretroviral
utilizado como profilaxis antes de que se conociera que el niño estaba
infectado. Este es un problema particular si nevirapina (NVP) o lamivudina (3TC)
han sido empleadas, solas o como componentes de un tratamiento de dos fármacos,
como profilaxis de la transmisión de VIH de madre a hijo, debido a que
la mutación de un solo punto está asociada a la resistencia a
estos dos fármacos 48,49.
Luego de
administrar una dosis sencilla de nevirapina (NVP), 46% de los niños
presentaron mutaciones asociadas al NNRTI, principalmente la mutación
Y181C, que no puede ser siempre asociada a la resistencia cruzada a efavirenz
(EFV). Así como se evidenció en las madres, estas mutaciones se
debilitan con el tiempo pero tienden a permanecer como subpoblaciones virales
menores48. Se desconoce si se debe modificar las opciones de antirretrovirales
para niños que han sido expuestos a antirretrovirales empleados para
prevenir la transmisión de VIH de madre a hijo, y se adelantan y planifican
estudios en niños, así como en madres, para esclarecer si la dosis
simple profiláctica de NVP compromete la subsiguiente terapia altamente
activa (HAART) con tratamientos basados en NNRTI.
La OMS reconoce
la urgencia de estas investigaciones. No obstante, hasta que se disponga de
información definitiva para dilucidar estas interrogantes, los niños
que requieran de tratamiento antirretroviral y que han recibido con anterioridad
una dosis sencilla de NVP o 3TC como parte de la profilaxis para la transmisión
de VIH de madre a hijo deben ser considerados como candidatos para ser tratados
con NNRTI y no se les debe negar el acceso al tratamiento que les mantendría
con vida.
Evaluación
clínica de niños que reciben tratamiento antirretroviral
Importantes
signos clínicos que indican que existe respuesta al tratamiento antirretroviral
en niños incluyen mejoras en el crecimiento en niños que se encuentran
por debajo de los estándares de crecimiento; mejoras en los síntomas
neurológicos y en el desarrollo de los niños que evidenciaban
retrasos en la aparición de acontecimientos importantes de desarrollo
o encefalopatía; y/o disminución en la frecuencia de infecciones
(infecciones bacteriales, candidiasis oral o muguet, y/o otras infecciones oportunistas).
La evaluación
de laboratorio en niños que reciben tratamiento antirretroviral es la
misma que se recomienda para adultos (Tabla H). Además de la evaluación
clínica recomendada para adultos, el seguimiento clínico del tratamiento
antirretroviral en niños debe incluir:
- Nutrición
y estado nutricional
- Crecimiento
en peso y talla
- Acontecimientos
importantes en el desarrollo
- Sistemas
neurológicos
Razones para cambiar
el tratamiento antirretroviral en niños
Los principios
en los cuales se basan los cambios en el tratamiento antirretroviral en niños
son similares a los que se le aplica a los adultos, y el tratamiento de la toxicidad
de los fármacos es el mismo; cuando la toxicidad se relaciona con un
fármaco específico del régimen, este fármaco debe
ser reemplazado por otro que no produzca los mismos efectos secundarios.
En niños, importantes signos clínicos que indican que el paciente
no presenta respuesta a un fármaco deben incluir: falta de crecimiento
en niños que evidenciaron una respuesta inicial al tratamiento o una
disminución del crecimiento en niños que evidenciaron un crecimiento
inicial como respuesta al tratamiento; la no aparición de acontecimientos
importantes en el desarrollo neurológico o el desarrollo de encefalopatía;
y la reaparición de infecciones, como la candidiasis oral que es refractaria
al tratamiento50-53 (Tabla J). Antes de considerar que el tratamiento
antirretroviral no produce mejoría en el paciente de acuerdo a criterios
clínicos, el niño debe haber experimentado el tratamiento antirretroviral
durante un período razonable, por ejemplo, haber recibido el régimen
de tratamiento durante 24 semanas, como mínimo.
Debido a
que el nivel absoluto de células CD4 presenta disminuciones relacionadas
con la edad alrededor de los 6 años de edad, cuando se alcanzan niveles
de células CD4 que se acercan a los niveles de los adultos, se torna
difícil emplear el nivel de células CD4 para evaluar si existe
respuesta al tratamiento en niños pequeños. Sin embargo, para
niños de 6 o más años de edad los criterios para el nivel
de células CD4 similares a los empleados para los adultos son apropiados
(Tabla E). Debido a que el porcentaje de células CD4 varía menos
con la edad, este indicador puede ser empleado para estimar la respuesta al
tratamiento independientemente de la edad. No se dispone de datos sobre el uso
del nivel total de linfocitos para evaluar la respuesta al tratamiento antirretroviral.
Signos
clínicos de falta de respuesta al tratamiento |
Criterios
del nivel de células CD4 que indican la falta de respuesta al tratamiento
(1) |
- Falta de crecimiento
en niños que evidenciaron respuesta inicial al tratamiento o
disminución de crecimiento en niños que mostraron un crecimiento
inicial como respuesta al tratamiento.
- Pérdida
de acontecimientos importantes en el desarrollo neurológico o
desarrollo de encefalopatía.
- Aparición
de nuevas infecciones oportunistas o malignidad que ilustren la progresión
clínica de la enfermedad (2)
- Nueva aparición
de infecciones oportunistas previas, tales como candidiasis oral que
resiste al tratamiento.
|
-
Descenso
del porcentaje de células CD4 (o del nivel absoluto de células
CD4, para niños menores de 6 años) al nivel antes de
iniciar el tratamiento o a niveles más bajos, sin que exista
infección coincidente que explique la disminución transitoria
del nivel de células CD4.
- Caída de
=50% del porcentaje de células CD4 con respecto al punto más
alto durante el tratamiento (o para niños mayores de 6 años,
nivel absoluto de células CD4), sin que exista otra infección
coincidente que explique la disminución transitoria de células
CD4.
|
Tabla
J
Criterios clínicos y del nivel de células CD4
para evaluar la falta de respuesta al tratamiento antirretroviral en
niños
_________________________
(1)
Si el niño es asintomático y la falta de respuesta al
tratamiento es determinada sólo por criterios de nivel de células
CD4, se debe considerar realizar una prueba confirmatoria del nivel
de células CD4 si se cuenta con los recursos necesarios.
(2) Se debe distinguir estos signos del Síndrome
de reconstitución inmunológica, que puede aparecer en
los primeros tres meses luego de iniciar la terapia antirretroviral
altamente activa (HAART) y no se traduce en que el tratamiento no produzca
respuesta en el paciente.
|
Recomendaciones
de tratamiento antirretroviral de segunda línea para niños
Los tratamientos
de segunda línea para niños en caso de que no exista respuesta
al tratamiento de primera línea deben incluir un cambio en el componente
nucleósido principal basado en los mismos principios aplicados para los
adultos (por ejemplo, cambio de ZDV + 3TC a ABC + ddI) más un inhibidor
de proteasa (Tabla K). El uso de inhibidores de proteasa, con la excepción
de LPV/r y NFV, es más problemático en niños debido a la
falta de formulaciones pediátricas apropiadas de indinavir (IDV) y saquinavir
(SQV) y la falta de información pertinente de las dosis de inhibidores
de proteasa estimulados por ritonavir, excepto en el caso de LPV/r.
Sin embargo,
se puede considerar el uso de SQV/r como una alternativa para el tratamiento
de niños que pueden tragar cápsulas y que pesan más de
25 kg , ya que pueden recibir la dosis de adultos. No se puede recomendar tenofovir
(TDF) para tratamiento pediátrico debido a los pocos datos disponibles
actualmente para la dosis apropiada para niños, particularmente para
en menores de 8 años, y debido también a la toxicidad ósea,
que puede ser de gran importancia y/o puede ser más frecuente en estos
niños.
Tratamiento
de primera línea |
Tratamiento
de segunda línea |
d4T
o ZDV
más
3TC
más
NNRTI:
NVP o EFV
|
ABC
más
ddI
más
Inhibidor de
proteasa:
LPV/r o NFV,
o
SQV/r si el
peso es =25 kg
|
Tabla
K
Recomendaciones
de tratamiento antirretroviral para niños si no se presenta respuesta
al tratamiento de primera línea |